"Lágrimas de la Revolución"

La sexualidad femenina en los albores de la Revolución de Mayo

"Lágrimas de la Revolución", su última novela, tiene como escenario la Contrarevolución de 1810 liderada por Liniers en Córdoba. 




El relanzamiento del género histórico romántico fue obra de otra cordobesa, Florencia Bonelli, que lo aggiornó aportando a las historias una buena dosis de aventura, erotismo y una detallada investigación de época. Sus libros encabezan todos los rankings de ventas y se tradujeron a varios idiomas. Bonelli abrió camino para otras cordobesas como Viviana Ribero y Graciela Ramos, que también agotan las ediciones de sus libros rápidamente.

En su segunda novela, Lágrimas de la Revolución (Suma de letras, 2013), Ramos elige contar cómo las luchas revolucionarias cambian la vida de sus dos protagonistas extranjeros. Se destacan sus personajes secundarios, esclavos negros, indios y prostitutas, que aportan detalles minuciosos sobre las costumbres de la época. “Las lectoras son el motor de mi lápiz –cuenta Graciela Ramos–. Me acompañan en mis presentaciones y me escriben para contarme qué les sucedió con el libro. Mientras están leyendo la novela, algunas me mandan mensajes privados a mi página de Facebook para saber qué va a suceder con un personaje, o para comentarme sobre las escenas eróticas de la historia”. La cercanía entre las escritoras y sus lectoras es un fenómeno propio del género, y suele manifestarse en cada Feria del libro. El público hace largas colas para participar de los eventos encabezados las autoras y ellas, a su vez, conocen a cada una de sus lectoras.



-¿Por qué la novela ocurre en los albores de la Revolución de Mayo?
-Un día, mientras estaba ayudando a mis hijos a preparar el acto del 25 de Mayo, me di cuenta de que en Córdoba también sucedieron eventos importantes y en el colegio sólo se habla de lo que pasó en Buenos Aires. Entonces decidí narrar cómo se gestó la contrarevolución en Córdoba, y elegí relatar los hechos desde la mirada de dos jóvenes extranjeros que no pertenecen a ninguno de los dos bandos.

-¿Sus protagonistas quedan a merced de las guerras revolucionarias?
-Yo quería retratar cómo los grandes cambios en la historia influyeron en la vida de la gente que no estaba involucrada directamente en la lucha. Cuando los revolucionarios llegaron a Córdoba, lo primero que hicieron fue asesinar a Liniers y a otros líderes que apoyaban al Virrey, y luego apropiarse de las haciendas y casas de las familias españolas. Muchas mujeres enviudaron repentinamente y tuvieron que sobrevivir como pudieron en medio de la guerra.

-¿Dónde encontró información sobre la vida de las prostitutas y las adicciones en el período colonial?
-Pude acceder a bibliotecas académicas que tenían muchos datos cotidianos sobre esa época. En muchos manuscritos se describían las comidas que se cocinaban, cómo se vestían las mujeres y cuáles eran sus costumbres amorosas. El desafío más importante fue encontrar documentos sobre el alcoholismo, la prostitución y el trato que recibían los niños con Síndrome de Down en ese período. Para mí fue muy interesante, porque siempre me apasionó la historia. Me paso horas investigando un tema y cuando escribo recorro todos los lugares donde transcurre la novela.



-Las prostitutas y los esclavos aparecen en su libro.
-En la historia distingo dos tipos de prostitución: Desire es un personaje que elige esa profesión, mientras que las putas de los soldados estaban obligadas a marchar con el ejército. Ellas cumplían funciones: eran cocineras, amantes y hasta soldados en la batalla. También quise rescatar las pésimas condiciones en las que vivían los negros luego de haber sido emancipados. El ejército los reclutaba aunque fueran hombres libres.

-Se destacan con detalle las escenas eróticas...
-Me propuse relatar cómo vivían la sexualidad las mujeres de esa época. En la novela describo dos vínculos muy diferentes. Uno es la relación amorosa que tienen Rosarito y Valentino. Y el otro es el casamiento arreglado por la madre de la protagonista, que vive sometida por su marido.

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