Cuando la realidad, es la
consecuencia…
No ayudar a solucionar los
conflictos, y los temas que afectan a los sectores vulnerables, hace que las
realidades de grandes conglomerados, y la violencia extrema de la justicia por
mano propia, se traslade a nuestra ciudad. Desde ayer Ingeniero White, se
transformo en violento, y seguro muchos podrán apreciar las imágenes de medios
televisivos, por redes sociales y por donde se viraliza el vídeo.
Es evidente que la imagen, es un
gran reflejo de una situación, que puede analizar de varias miradas, y suelen
expresarse frases como: “Se cansaron las víctimas”, “La culpa es de los padres”,
“Este pibe es una mugre, y vive afanando”…
Ni verdades, ni mentiras; sino medias verdades, y medias mentiras.
Alguien advirtió, que estamos
mirando los resultados o consecuencias, de un estado ausente, que casi nunca se
ocupa de los sectores vulnerables, nadie se ocupa de asistir a los sectores desprotegidos
y asolados por los tranzas; los buscadores de mano obra juvenil para delinquir,
ofreciéndole protección y quien sabe que otra cosa; quien se ocupa por evitar que los niños no
sean presas de las adicciones, la respuesta es muy simple “NADIE”, y los
funcionarios del gobierno Municipal y Provincial, mucho menos, seguro están pensando
en su futuro político en un año electoral.
Estamos presenciando, las causas
que nadie se ocupa de frenar la droga, cada día los pibes consumen más de
pendejos, y es porque se la ofrecen para alejarlo de su realidad social, y de
pintarle un mundo mágico “por unos minutos”, y saben la realidad vuelve a
comenzar, con final de los efectos relajante, estimulante, evasiva, o
placentero, y la adicción, es el camino, que se reitera una y otra vez.
El círculo vicioso de vulneración y desprotección,
es la tarea efectiva, de ausencia del Estado, la falta de compromiso de los
funcionarios gubernamentales, la presencia de un sociedad cobarde que protege a
kiosco de droga, y no nos olvidemos del amparo de sectores del seguridad. Todos
lucrando, y dejando que todo pase, y a la menor situación como la vivencia ayer
en nuestras calles, aparecen los garantes de la impunidad, los funcionarias,
que no realizan su trabajo, con voces desgarradas y asombradas, por lo
acontecido.
La verdad, es que cada día
estamos peor, podrán ir contra este pibe, y contra otros más, pero si
continuamos ocupándonos de las consecuencias y no enfrentamos las verdaderas
causas de vulneración social, entonces cada día serán más comunes estas imágenes
o vídeos de linchamientos, y nadie detendrá la violencia, e indefectiblemente
estaremos frente al todos contra todos,
una triste y posible realidad…
Quizás será hora, de frenar este círculo
vicioso.