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San Martín de los Andes




Por  Felipe Pigna
Para los que tuvimos la suerte de conocer nuestra hermosa provincia de Mendoza y acercarnos al pie de una de las cordilleras más altas del mundo, la frase “San Martín cruzó los Andes” dejó de ser un versito escolar. Enternece y conmueve pensar en aquellos hombres mal vestidos, mal montados, mal alimentados, pero con todo lo demás muy bien provisto como para encarar semejante hazaña. Y detrás y delante de ellos, un hombre que no dormía pensando en complicarle la vida al enemigo y hacer justicia con la memoria de los que lo habían intentado antes que él.
No lo ganaba la soberbia. Podía confesarle a sus mejores amigos: “lo que no me deja dormir no es la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes”.
Había que pensar en todo, en la forma de conservar la comida fresca, sana, proteica y calórica. Entre los aportes del pueblo cuyano, no faltó la sabiduría gastronómica expresada en una preparación llamada “charquicán”, un alimento hecho a base de carne secada al sol, tostada y molida, y condimentada con grasa y ají picante. Bien pisado, el charquicán se transportaba en mochilas que alcanzaban para ocho días. Se preparaba agregándole agua caliente y harina de maíz.
Ante la falta de cantimploras, utilizó los cuernos vacunos para fabricar “chifles”, que resultaron indispensables para la supervivencia en el cruce de la cordillera.
Pocos meses antes de iniciar una de las epopeyas más heroicas que recuerde la historia militar de la humanidad, San Martín impone a sus soldados y oficiales del Código de Honor del Ejército de los Andes, que entre cosas sentenciaba: “La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares. Las penas aquí establecidas y las que se dictasen según la ley serán aplicadas irremisiblemente: sea honrado el que no quiera sufrirlas: la Patria no es abrigadora de crímenes.” 1
A pesar de las enormes dificultades, aquel ejército popular pudo partir hacia Chile a mediados de enero de 1817. Allí iban el pobrerío armado y los esclavos liberados, todos con la misma ilusión.
El médico de la expedición fue James Paroissien, un inglés de ideas liberales radicado en Buenos Aires desde 1803 y que había acriollado su nombre, convirtiéndolo en Diego. Cuando estalló la Revolución, Paroissien ofreció sus servicios al nuevo gobierno y fue designado cirujano en el Ejército Auxiliar del Alto Perú. En 1812 se hizo ciudadano de las Provincias Unidas y el Triunvirato le encargó la jefatura de la fábrica de pólvora de Córdoba. Allí San Martín lo invitó a sumarse a sus planes y Paroissien fue el cirujano mayor del Ejército de los Andes.
A poco de emprender la marcha, San Martín daba cuenta de lo precario del aprovisionamiento de aquel ejército: “Si no puedo reunir las mulas que necesito me voy a pie… sólo los artículos que me faltan son los que me hacen demorar este tiempo. Es menester hacer el último esfuerzo en Chile, pues si ésta la perdemos todo se lo lleva el diablo. El tiempo me falta para todo, el dinero ídem, la salud mala, pero así vamos tirando hasta la tremenda.” 2
San Martín había ordenado que dos divisiones, una al mando del general Miguel Estanislao Soler y la otra dirigida por Bernardo O’Higgins, cruzaran por el paso de Los Patos. Una tercera, bajo las órdenes de Juan Gregorio de Las Heras, debía ir por el paso de Uspallata con la artillería. Otra división ligera, al mando de Juan Manuel Cabot, lo haría desde San Juan por el portezuelo de la Ramada, con el objetivo de tomar la ciudad chilena de Coquimbo. Otra compañía ligera cruzaría desde La Rioja por el paso de Vinchina para ocupar Copiapó. Finalmente, el capitán Ramón Freyre entraría por el Planchón para apoyar a las guerrillas chilenas.
En total eran 5.200 hombres. Llevaban 10.000 mulas, 1.600 caballos, 600 vacas, apenas 900 tiros de fusil y carabina; 2.000 balas de cañón, 2.000 de metralla y 600 granadas.
En varios tramos del cruce, San Martín debió ser trasladado en camilla a causa de sus padecimientos. Su salud era bastante precaria. Padecía de problemas pulmonares –producto de una herida sufrida en 1801 durante una batalla en España–, reuma y úlcera estomacal. A pesar de sus “achaques” siempre estaba dispuesto para la lucha y así se lo hacía saber a sus compañeros: “Estoy bien convencido del honor y patriotismo que adorna a todo oficial del Ejército de los Andes; y como compañero me tomo la libertad de recordarles que de la íntima unión de nuestros sentimientos pende la libertad de la América del Sur. A todos es conocido el estado deplorable de mi salud, pero siempre estaré dispuesto a ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquier situación en que me halle, a mi patria y a mis compañeros.”
Los hombres del ejército libertador tuvieron que soportar grandes cambios de clima. La sensación térmica se agudiza con la altura. De día el sol es muy fuerte y se llega a temperaturas de más de 30 grados; durante la noche, el viento helado, con mínimas de 10 grados bajo cero, puede llevar al congelamiento. Durante la travesía, la altura promedio fue de 3.000 metros, lo que provocó en muchos hombres fuertes dolores de cabeza, vómitos, fatiga e irritación pulmonar.
La orden era que todas las divisiones se reunieran del otro lado de la cordillera entre los días 6 y 8 de febrero de 1817. Con una sincronización matemática, el 8 de febrero por la tarde, en medio de festejos y gritos de “viva la patria” los dos principales contingentes se reunieron del otro lado y fueron liberadas las dos primeras ciudades chilenas: San Antonio y Santa Rosa. Se pudo establecer una zona liberada, base de operaciones desde donde el ejército libertador lanzará el fulminante ataque sobre Chacabuco, el 12 de febrero de 1817.
Sobre el campo de batalla quedaron quinientos españoles muertos. Las fuerzas patriotas sólo tuvieron doce bajas y veinte heridos. Fueron capturados seiscientos prisioneros y centenares de fusiles pasaron a engrosar el parque del ejército libertador.
Cuando San Martín entró en Santiago se enteró de que el gobernador español, Marcó del Pont, había logrado huir. De inmediato le ordenó a uno de sus hombres de confianza, el fraile-capitán José Félix Aldao, que corriera a capturarlo. Era fundamental evitar que Marcó se embarcara hacia Lima.
En la noche del 15 de febrero, Aldao supo por sus informantes que el gobernador prófugo y su comitiva se encontraban cerca de Concepción. Llegó hasta su refugio, lo capturó y lo trasladó detenido hasta la comandancia del ejército libertador. De allí fue enviado a Mendoza y luego a Luján, donde Marcó del Pont morirá el 11 de mayo de 1819.
En su correspondencia San Martín dejó un crudo testimonio del carácter salvaje y genocida de la guerra que hacían los ejércitos españoles contra los americanos. En una carta a lord Macduff, San Martín expresaba: “¡Qué sentimiento de dolor, mi querido amigo, debe despertar en vuestro pecho el destino de estas bellas regiones! Parecería que los españoles estuvieran empecinados en convertirlas en un desierto, tal es el carácter de la guerra que hacen. Ni edades ni sexos escapan al patíbulo.” 3
Al conde de Castlereagh le dice: “Es sabida la conducta que los españoles han guardado con sus colonias: sabido es igual el género de guerra que han adoptado para volverlas a subyugar. Al siglo de la ilustración, cultura y filantropía, estaba reservado el ser testigo de los horrores cometidos por los españoles en la apacible América. Horrores que la humanidad se estremece al considerarlos, y que se emplea con los americanos que tenemos el gran crimen de sostener los derechos de la voluntad general de sus habitantes: en retribución de tal conducta los hijos de este suelo han empleado los medios opuestos.” 4
Con aquellos “medios opuestos” y “el gran crimen de sostener los derechos de la voluntad general”, el Ejército de los Andes, engrosado por los patriotas chilenos, pudo ocupar Santiago. Allí, el 18 de febrero de 1818 se convocó a un Cabildo Abierto que designó a San Martín director supremo. El general argentino rechazó el ofrecimiento y propuso al patriota chileno Bernardo de O’Higgins para ocupar el cargo.
O’Higgins aceptó y a poco de asumir envió esta nota al gobierno de los Estados Unidos, al zar de Rusia y a diversas cortes europeas: “Después de haber sido restaurado el hermoso reino de Chile por las armas de las Provincias Unidas del Río de la Plata, bajo las órdenes del general San Martín, y elevado como he sido por la voluntad de mi pueblo, a la Suprema Dirección del estado, es mi deber anunciar al mundo un nuevo asilo, en estos países, a la industria, a la amistad y a los ciudadanos de todas las naciones del globo. La sabiduría y recursos de la Nación Argentina limítrofe, decidida por nuestra emancipación, dan lugar a un porvenir próspero y feliz en estas regiones.”
El 19 de marzo de 1818 las fuerzas patriotas sufrieron su primera y única derrota, la de Cancha Rayada. Pero el general Las Heras logró salvar parte de las tropas y así purdo reorganizarse un ejército de 5.000 hombres. Los patriotas clamaban por la revancha que llegaría a los pocos días, el 5 de abril, al derrotar definitivamente a las fuerzas enemigas en Maipú.
La victoria fue total y América empezaba a respirar otro aire mientras los tiranos comenzaban a asfixiarse, como lo demuestra este informe del virrey de Nueva Granada: 5 “La fatal derrota que en Maipú han sufrido las tropas del Rey pone a toda la parte sur del continente en consternación y peligro”.
El diario The Times de Londres, al informar sobre la victoria de los criollos en Maipú, se preguntaba “¿Quién es capaz ahora de detener el impulso de la revolución en América?”.
Como bien dice José Luis Busaniche, el triunfo de Maipú entusiasmó a Simón Bolívar y le dio nuevos ánimos para proseguir su campaña: “Bolívar está en un rincón del Orinoco donde la independencia es apenas una esperanza. En agosto llegan algunos diarios ingleses que anuncian la victoria de San Martín en Maipú. Y entonces concibe un proyecto semejante al del paso de los Andes por el héroe del sur: el paso de los Andes venezolanos, remontando el Orinoco, para caer sobre los españoles en Bogotá y seguir si le es posible hasta el Perú, baluarte realista de América. Bolívar escribe al coronel Justo Briceño: ‘Las gacetas inglesas contienen los detalles de la célebre jornada del 5 de abril en las inmediaciones de Santiago. Los españoles, invadidos poderosamente por el sur, deben necesariamente concentrarse y dejar descubiertas las entradas y avenidas del reino en todas direcciones. Estimo, pues, segura la expedición libertadora de la Nueva Granada. El día de América ha llegado’.” 6
A pesar de semejante gloria y las notables repercusiones, los protagonistas del triunfo seguían sus vidas con la misma sencillez. Cuenta Mitre que después de Maipú, el general Antonio González Balcarce fue al Tedeum con camisa prestada y concluye: “¡Grandes tiempos aquellos en que los generales victoriosos no tenían ni camisa!”. 7
Pocos días después de Maipú, San Martín volvió a cruzar la cordillera rumbo a Buenos Aires para solicitar ayuda al Directorio para la última etapa de su campaña libertadora: el ataque marítimo contra el bastión realista de Lima. Obtuvo la promesa de 500.000 pesos, de los que sólo llegarán efectivamente 300.000, ya que como admitía el director supremo Pueyrredón: “Aquí no se conoce que hay revolución ni guerra, y si no fuera por el medio millón que estoy sacando para mandar a ese país, ni los godos se acordarían de Fernando”. 8
Al regresar a Chile, San Martín se enteró de que los triunfos de Las Heras en Curapaligüe y Gavilán no habían logrado evitar que los españoles recibieran desde Lima 3.000 hombres de refuerzo, desembarcados en el puerto de Talcahuano. La guerra contra los realistas proseguiría en el sur de Chile por varios años.
Con la ayuda financiera del gobierno chileno, San Martín armó una escuadra que quedará al mando del marino escocés lord Thomas Cochrane. Cuando se disponía a embarcar a sus tropas para iniciar la campaña al Perú, el Libertador recibió la orden del Directorio de marchar con su ejército contra el Litoral, para combatir a los federales de Santa Fe y Entre Ríos. San Martín se negó a reprimir a sus compatriotas, desobedeció e inició la expedición contra los españoles de Lima.
Referencias:
1 Arturo Capdevila, El pensamiento vivo de San MartínBuenos Aires, Losada, 1945.
2 Carta a Guido del 15 de diciembre de 1816.
3 Carta de San Martín a Lord Macduff, del 9 de septiembre de 1817.
4 Carta de San Martín al conde de Castlereagh, del 11 de abril de 1818.
5 El virreinato de Nueva Granada incluía las actuales repúblicas de Colombia y Venezuela.
6 Busaniche, San Martín Vivo, Buenos Aires, Eudeba, 1962
7 Bartolomé Mitre, Historia de San Martín, Buenos Aires, Eudeba, 1971.
8 Carta de Pueyrredón a Guido fechada el 16 de julio de 1818, en Carlos Guido y Spano, Vindicación histórica. Papeles del brigadier general Guido1817-1820, Buenos Aires, Carlos Casavalle editor, 1882.

La Noche de los Bastones Largos

El 29 de julio de 1966, la Policía Federal Argentina irrumpió en varias facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y desalojó las instalaciones en las que se encontraban autoridades, docentes y alumnos que resistían la decisión del gobierno militar de intervenir las universidades y anular el régimen de cogobierno. Esa noche es recordada como la «Noche de los Bastones Largos». 

Bastones Largos
Los hechos más recordados se desarrollaron en el edificio de la calle Perú al 222 —en la histórica Manzana de las Luces—, que en ese momento ocupaba la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. También hubo represión en otros sitios, como la Facultad de Filosofía y Letras —en su antigua sede de Independencia 3065—, y la Facultad de Arquitectura, en ese momento con dependencias en el predio del actual Centro Municipal de Exposiciones de la Avenida Figueroa Alcorta. 

Un poco de historia

Para poner las cosas en contexto, es importante recordar que la universidad argentina se constituyó como formadora de las elites gobernantes. La Reforma Universitaria de 1918, ocurrida en la Universidad de Córdoba y luego extendida al resto del sistema universitario, generó un movimiento que impulsó grandes adelantos, como por ejemplo: 
  • que se concursaran periódicamente los cargos de profesor, que hasta ese momento eran vitalicios, 
  • la separación definitiva de la Iglesia y la universidad, 
  • la participación estudiantil en el gobierno universitario.  
Este proceso, surgido en épocas de la presidencia de Hipólito Yrigoyen, buscaba facilitar el acceso de los sectores medios a la educación universitaria.

La llegada del peronismo al poder, en 1946, favoreció el surgimiento, en el sistema educativo universitario, de los primeros atisbos de una educación superior masificada. En 1949 se estableció la gratuidad de los estudios universitarios mediante la supresión de todos los aranceles, lo que derivó en que en una década se triplicara la matrícula universitaria.

En 1955, la autodenominada Revolución Libertadora derrocó al gobierno constitucional y determinó un nuevo marco jurídico para las universidades, que permitió implantar la autonomía y el cogobierno. La UBA aprobó su Estatuto Universitario en el año 1958, estatuto que rigió hasta la Noche de los Bastones Largos en lo que se conoce como «la época reformista» de la universidad. Mucho se ha escrito sobre esta década, también conocida como la época de oro

Bastones Largos Policías y detenidos

Esos fueron tiempos signados por una gran conflictividad, con el peronismo proscrito, en los que la UBA desarrolló proyectos como la editorial Eudeba, con libros a precios populares; impulsó la extensión universitaria, con el proyecto de la Isla Maciel; la creación de la Ciudad Universitaria, el Instituto de Cálculo, la incorporación de la computadora «Clementina», el 
curso de ingreso por circuito cerrado de televisión y un proyecto de universidad crítica, reflexiva y donde la investigación fue parte esencial de la actividad de los docentes con dedicación exclusiva. 
Este proceso se dio en un marco nacional de creciente politización de la universidad, lo que implicó que los sectores reaccionarios y conservadores estuvieran al acecho para tratar de volver al sistema conservador anterior, ceñido a un modelo productivo primario agroexportador, que no demandaba ciencia y tecnología para el desarrollo industrial. 

La larga noche

El 28 de junio de 1966, la Revolución Argentina, encabezada por el general Juan Carlos Onganía, derrocó al presidente Arturo Illia. Esa noche, las autoridades de la UBA emitieron una declaración en la que se hacía «un llamado a los claustros universitarios en el sentido de que se siga defendiendo como hasta ahora la Autonomía Universitaria (…) y que se comprometan a mantener vivo el espíritu que haga posible el restablecimiento de la Democracia». Ese mismo día, más de 240 docentes de la Facultad de Ciencias Exactas firmaron una declaración donde manifiestan su «irrevocable decisión de no reconocer otras autoridades de Facultad y de la Universidad de Buenos Aires, que las que legítimamente emanan del cumplimiento del Estatuto Universitario, así como de las leyes y de la Constitución Nacional», y donde se comprometían a «retirar toda colaboración a las personas que ilegítimamente se arroguen tal autoridad en la Universidad, haciendo abandono definitivo de nuestras tareas docentes y de investigación en la Facultad».

Declaración Noche de los Bastones Largos

Un mes después del golpe de Estado, el 29 de julio de 1966, el gobierno de facto sancionó la Ley N.º 16.912 de intervención de las universidades. El decano de Exactas, Rolando García, se reunió primeramente en el Rectorado y, a las 21.30, ingresó en las instalaciones de Perú 222, donde había unas 300 personas. 

Se realizó una reunión del Consejo Directivo y se decidió no aceptar la intervención. Sin comunicación oficial previa, el personal policial ingresó en la Facultad y García le manifestó al oficial a cargo del operativo que él era la autoridad. Como toda respuesta, recibió un golpe con un bastón, que le rompió un dedo cuando intentó protegerse la cabeza. Todo esto se relata con detalle en la denuncia judicial que el decano García realizó en los días sucesivos. No es casual que la persecución se ensañara con esa facultad, líder en las políticas progresistas que se impulsaron en esos años, y en la figura de su decano, impulsor y emblema de ellas.


Como ha dicho Rolando García, «es una simplificación equivocada pensar que durante aquella oportunidad había un grupo de policías que quería romper cabezas. No, eran policías que, instigados por civiles e incluso por universitarios, intentaron —y lograron— romper el escenario». El 70 % de los docentes-investigadores de Exactas renunció y muchos emigraron al exterior. Esto, sumado a la nueva purga de la misión Ivanisevich-Ottalagano en 1974 y a la sangrienta dictadura militar de 1976, generó casi dos décadas de decadencia, que comenzaron a revertirse lentamente desde el retorno a la democracia en 1983.


Jorge Aliaga es decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). 

Fuente imágenes: Dosier conmemorativo de la revista EXACTAmente, 35.º edición, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Buenos Aires, 2006.



Día de la Rebeldía Nacional Cubana

Santiago de Cuba celebra mañana el Día de la Rebeldía Nacional, fecha que marca el inicio de la revolución en la isla, con la frustrada toma del Cuartel de Moncada, días después del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos y en coincidencia con el 500 aniversario de esa ciudad.




La fecha conmemora el 62 aniversario del fallido asalto a los cuarteles Moncada de Santiago y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, la primera acción armada de la revolución encabezada por Fidel Castro, en 1953, contra el régimen de Fulgencio Batista, en la que también participó su hermano Raúl Castro, presidente de la isla desde 2006.

Se espera que unos 10.000 santiagueros se reúnan a las 5.12, en plena madrugada, en el antiguo cuartel y hoy centro escolar "26 de Julio".
La fecha es importante, además, porque el Gobierno cubano suele usarla para hacer balance de los temas de la actualidad política y social del país, monopolizados este año por la nueva era de relaciones con EEUU, en un discurso que habitualmente pronuncia el presidente, Raúl Castro, aunque mañana hablará el vicepresidente, José Ramón Machado Ventura.


La celebración de este año se produce tan sólo seis días después de que Cuba y EEUU formalizaran oficialmente el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas y reabrieran sus respectivas embajadas, tras romper sus lazos en 1961.




La fiesta más importante del calendario revolucionario -que cada año se festeja en una ciudad diferente del país- será acogida este año en Santiago de Cuba, ya que se conmemoran los 500 años de la fundación de la ciudad, la segunda en importancia de Cuba.




La villa fundada por los conquistadores españoles en el verano de 1515 celebró su medio milenio con un grupo de obras restauradas, entre ellas, las antiguas Plaza de Armas y el Ayuntamiento (ahora sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular), la Catedral y el Museo de Ambiente Histórico.





En octubre del 2012 el huracán “Sandy” destruyó parte de la ciudad, pero la comuna se fue rehabilitando y ya se entregaron casi 1600 viviendas, remodeladas con la colaboración de Ecuador.

Hasta 2012, el otorgamiento de la sede del festejo del 26 de julio era considerado un gran reconocimiento para las provincias del país tras un proceso anual de "emulación socialista" en el que acumulaban méritos, pero a partir de ese año el Gobierno decidió aplicar un sistema rotativo. 





Dia de la Pachamama!

La Pachamama es la diosa suprema honrada por los pueblos aborígenes que habitan el Noroeste Argentino, Bolivia y Perú. Se celebra el 1° de agosto aunque sus fiestas se extienden durante todo el mes, que está consagrado enteramente a Ella.

El 1° de agosto es cuando se alimenta a la Pachamama.











Ella es considerada la madre (Mama) que engendra la vida, la nutre y la protege. Su nombre es popularmente traducido como "Madre Tierra", aunque el significado arcaico de "Pacha" no estaba solamente referido a la tierra, sino al universo y al tiempo.
La Pachamama, o Madre Tierra, es la diosa femenina de la tierra y la fertilidad, una divinidad agrícola benigna concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los seres humanos. En la tradición incaica, es la deidad de la agricultura comunal, fundamento de toda civilización y el Estado Andino. Es la más popular de las creencias mitológicas del ámbito incaico que aún sobrevive con fuerza en las provincias del noroeste argentino.
 
El 1° de agosto es cuando se alimenta a la Pachamama, para lo cual se entierra una olla de barro con comida cocida, junto a hojas de coca, alcohol, vino, cigarros y chicha, entre otras cosas.
 
El rito supone que ese día debemos entregarle a la Madre Tierra todo lo que no quisiéramos que a nuestra familia le faltara durante el año y agradecerle por los favores recibidos durante el año pasado. Familias y vecinos se reúnen para abrir un pozo en la tierra, el cual será adornado con serpentina y papel picado. A continuación, se alimenta a la Tierra con maíz, quinoa, chalona, cordero, cabrito, distintas papas, habas, mazorcas, vino, cerveza, gaseosas, coca y otras comidas típicas. Luego se cierra el pozo con las manos y se le da de fumar.
 
Varias localidades del noroeste son sede de esta celebración. Entre ellas se destaca San Antonio de los Cobres, en Salta, donde desde 1995 se organiza la Fiesta Nacional de la Pachamama de los Pueblos Originarios.  Aquí la festividad incluye, además de la ceremonia central del entierro de ofrendas a las 15 hs., ferias artesanales, comidas de diferentes comunidades collas, festival de música y danza. Durante todo agosto, San Antonio de los Cobres cuenta con un circuito turístico para conocer el poblado, visitar el increíble Museo de Arqueología de Alta Montaña y asistir a otros rituales de la Pachamama.
 
Jujuy es un importante centro de adoración a la Pachamama. En toda la provincia se le rinde culto mediante la realización de una ceremonia milenaria, en la que se dan ofrendas a la tierra, de comidas, bebidas y hojas de coca. La celebración adquiere mayor relevancia en Purmamarca, Tumbaya, Valle Grande y en toda la Puna jujeña.
  

PLEGARIA A LA PACHAMAMA


pachamama

Querida pachamama, tú que reinas en el universo con la inteligencia del sano equilibrio, escucha a tus hijos, intercede por nosotros con los grandes vientos, habla con el agua, con el fuego y con la tierra.
Hoy te pedimos dibujar la fe en nuestros rostros, dános la gracia de tu aliento eterno, cobíjanos con tu brillante Sol, guíanos en la noche de nuestras vidas con la luz de las estrellas y la sabia luna, acompáñanos en nuestro viaje visionario por medio del sueño sagrado y los tambores de luz.
Hoy te pedimos regresar las fuerzas de tempestad a su sitio, te pedimos calmar las aguas turbias, aquietar el fuego interno. Que tu sabia inteligencia se lleve muy dentro nosotros aquello que pulula y exacerba en exceso creando caos.
Hoy te pedimos que nos acompañes en la curación de nuestro cuerpo y espíritu. Tú que eres sabia haz de nosotros tus hijos instrumento de salvación, hoy te pedimos que tu manto de luz nos purifique y sane las heridas y errores de nuestro pasado, te pedimos que nos ayudes a limpiar nuestro sendero de luz.
Querida pachamama te glorificamos por tus flores, tus fragancias, la abundancia de tus alimentos y las aguas que hemos de beber. En agradecimiento te brindo mis sensibles prédicas, te rindo culto, te hablo en meditación y silencio, siempre muy presente estás en mis plegarias.
Querida pachamama, me comprometo a limpiar mis pasos errados, mis equivocados pensamientos y desleales actitudes, me comprometo en beber del río sano, en curar mis hermanos los animales y proteger los bosques, hoy me comprometo a dar alimento al pobre y quién estira la mano.
En ti nuestra vida nace, crece y reposa, en ti nuestra vida se enciende y se apaga. Somos tu luz, somos tu cuerpo, tu espíritu. Con solemnidad llegaré a ti convertido en polvo cuando mejor lo decidas. Munay pachamama, munay, ¡MUNAY!.
A. Quispe.

¿Cuántas leyendas griegas son ciertas?


La cultura y las legendas de la antigua Grecia han dejado un extenso y destacado legado en el lenguaje moderno de la educación, la política, la filosofía, el arte y la ciencia

Foto: BBC
La cultura y las legendas de la antigua Grecia han dejado un extenso y destacado legado en el lenguaje moderno de la educación, la política, la filosofía, el arte y la ciencia.
Referencias clásicas continúan apareciendo aunque hagan referencias a sucesos que ocurrieron -o no- hace miles de años.
¿Pero cuál es el origen de algunas de estas ideas?

1. ¿EXISTIÓ UN CABALLO DE TROYA?

La historia del Caballo de Troya es mencionada por primera vez en la Odisea de Homero, una canción épica compuesta a mediados del siglo VIII antes de Cristo, que describe lo ocurrido después de la guerra de Troya, que supuestamente tuvo lugar 500 años antes.
El caballo de Troya. Foto: BBC
Luego de sitiar Troya (la actual Hisarlik en Turquía) durante 10 años sin derrotarla, el ejército griego que acampaba fuera de la ciudad simula abandonar el lugar para regresar a casa, pero antes de irse dejan un inmenso caballo de madera como ofrenda para la diosa Atenea.
Los troyanos, triunfantes, llevan el caballo al interior de la ciudad y cuando la noche cae, guerreros griegos escondidos en su interior salen de la estructura y destruyen Troya.
Evidencia arqueológica indica que Troya fue, sin dudarlo, incendiada; pero el caballo de madera es una fábula muy creativa, quizás inspirada en que las máquinas para sitiar ciudades en la antigüedad eran cubiertas con cuero de caballo mojado para evitar que se prendieran en llamas cuando les cayeran flechas con fuego.

2. HOMERO ES UNO DE LOS GRANDES POETAS DE LAS LEYENDAS GRIEGAS PERO, ¿REALMENTE EXISTIÓ?

No solo es el Caballo de Troya una colorida historia de ficción; la existencia de Homero en sí ha sido puesta en duda.
Generalmente se asume que los grandes relatos épicos que se le atribuyen, la Ilíada y la Odisea, fueron compuestos oralmente, sin la ayuda de la escritura, en algún momento del siglo VIII antes de Cristo, producto de una tradición de juglares que se practicaba desde hacía siglos.
Mientras los antiguos no tenían duda de que Homero había sido un bardo real que compuso esos poemas monumentales, nada se sabe con certeza acerca de él.
Todo lo que sabemos es que, aunque los poemas pudieron haber sido compuestos sin recurrir a la escritura y transmitidos oralmente, en algún momento fueron llevados al papel, porque es así como sobrevivieron.

3. ¿HUBO UN SOLO INVENTOR DEL ALFABETO?

La época a la que se le atribuye la redacción de los poemas épicos de Homero está conectada con las primeras evidencias de la existencia de un alfabeto griego.
Los griegos eran conscientes de que su alfabeto (luego adoptado por los romanos y convertido en el alfabeto occidental) se había originado del alfabeto fenicio, una nación cercana a ellos, en el oriente del Mar Mediterráneo, cuya secuencia comenzaba con las letras "aleph" y "bet".
El hecho de que la adaptación de la creación fenicia fue uniforme en el territorio griego sugiere que hubo una sola persona a cargo del proceso, en lugar de muchos.
La tradición griega llama a esta persona Palamedes, que puede significar también "hombre inteligente de edad avanzada".
También se atribuye a Palamedes el haber inventado la moneda, los juegos de mesa y las cuentas.
Las letras del alfabeto griego se diferenciaron visualmente de sus antecesores fenicios, y se atribuye la forma de las letras griegas al matemático Pitágoras, que vivió en el siglo VI antes de Cristo.

4. ¿INVENTÓ PITÁGORAS EL TEOREMA DE PITÁGORAS O COPIÓ EL TRABAJO DE OTRO?

Existen dudas de si Pitágoras (570-495 AC) fue un matemático en el sentido moderno.
Los alumnos de escuela todavía aprenden "su" teorema sobre el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos, pero los babilonios conocían esta ecuación siglos antes de los griegos, y no existe evidencia de que Pitágoras lo haya descubierto o probado.
De hecho, aunque ciertas investigaciones genuinamente matemáticas fueron desarrolladas por seguidores de Pitágoras, la evidencia sugiere que él fue un místico que creía que los números eran la base de todo.
Él entendió, por ejemplo, que un intervalo musical perfecto podría ser expresado con simples indicadores.

5. ¿QUÉ HIZO QUE LOS GRIEGOS INVENTARAN EL DINERO? ¿SU COMERCIO O SU "PSIQUIS"?

Podría ser obvio para nosotros que hayan sido imperativos económicos los que llevaron a la invención del dinero.
Pero los seres humanos comerciaron por cientos de años sin una moneda, y tampoco está probado que la primera economía monetarizada en el mundo haya surgido en la Antigua Grecia para facilitar esas transacciones.
El estudioso de la época clásica, Richard Seaford, ha argumentado que la invención del dinero emergió de las profundidades de la psiquis griega.
Está vinculado a las nociones de intercambio recíproco y el sentido de la obligación que caracterizó a sus sociedades, y refleja además las distinciones filosóficas entre el valor real y el valor intrínseco.
Es, por último, un instrumento político, ya que el Estado debe actuar como garantía del valor monetario.
Los instrumentos y las instituciones financieras -monedas, contratos, bancos, créditos y deudas- habían sido desarrollados en muchas ciudades griegas para el siglo V antes de Cristo, siendo Atenas la principal en esta área.
Pero un estado griego mantuvo un fuerte rechazo a la idea del dinero y se resistió a su utilización: Esparta.

6. ¿CUÁN ESPARTANOS ERAN LOS ESPARTANOS?

El legendario abogado espartano Licurgo decretó que los espartanos sólo podían usar hierro como moneda de cambio, haciendo todo tan engorroso, que incluso una suma menor tenía que ser transportada por una yunta de bueyes.
Esta historia puede ser parte de la idealización de los antiguos espartanos como una sociedad guerrera dedicada solo a la educación militar.
Pero aunque la clásica Esparta no acuñaba sus propias monedas, sí utilizaba plata extranjera y algunos de sus líderes fueron notorios por cobrar sobornos.
Sin embargo, puede ser que hayan sido aprobadas leyes para evitar que los espartanos importaran lujos de otros lugares que amenazaran su conocida resistencia.
Cuando el general y playboy ateniense Alcibíades desertó a Esparta durante la guerra entre estas dos ciudades, a fines del siglo V antes de Cristo, adoptó una dieta magra, duras rutinas de entrenamiento, ropa ordinaria y expresiones lacónicas.
No obstante, eventualmente su carácter apasionado lo terminó llevando a la cama de la esposa del rey espartano, Timaea, dejándola embarazada.
Al final, Alcibíades regresó a su ciudad de origen, de la que había huído ocho años antes para evitar cargos de sacrilegio, entre ellos, haberse burlado de los misterios sagrados de Atenas.

7. ¿CUÁLES ERAN LOS SECRETOS DE LOS MISTERIOSOS CULTOS GRIEGOS?

Si se los cuento, tengo que matarlos.
Los secretos estaban fieramente guardados y severas penas se aplicaban a quien los divulgara o a aquel, como Alcibíades, que los profanara.
Los iniciados debían pasar por ritos de preparación que podían incluir trasvestismo, objetos secretos (quizás falos) y contraseñas.
El objetivo era brindar a los devotos un vistazo de lo que había "del otro lado", así podían regresar a sus vidas bendecidos con el conocimiento de que al morir podrían asegurar la supervivencia de su alma en el Mundo Subterráneo.
En excavaciones se han encontrado tumbas que contenían contraseñas e instrucciones escritas en delgadas láminas de oro como ayuda memoria para los devotos fallecidos.
El principal culto misterioso griego era el de Demeter, diosa de la agricultura, y Dionisio (también conocido como Baco), dios del vino, la alegría y el teatro.

8. ¿QUIÉN FUE EL PRIMERO QUE SE INSPIRÓ EN UNA CRISIS PARA HACER UN DRAMA? ¿CÓMO NACIÓ EL TEATRO?

En el siglo V antes de Cristo, el teatro estaba unido íntimamente al culto de Dionisio, en cuyo teatro -en la cuesta sur de la Acrópolis- se representaban dramas y comedias en un festival anual.
Pero el origen del teatro es un tema muy discutido.
Una tradición habla del actor Tespis parado en un carro e interpretando un drama por primera vez allá por el año 532 antes de Cristo; otra dice que el drama comenzó con coros rituales que gradualmente introdujeron partes para actores.
Aristóteles (384-322 AC) pensaba que los coros en las tragedias eran originalmente canciones rituales entonadas y danzadas en honor a Dionisio, y que las comedias habían nacido de actuaciones procaces que involucraban modelos de falos.
Como una divinidad asociada con cambios de roles y apariciones, Diniosio parece ser la elección ideal de un dios para haber dado origen al teatro.
Pero desde la primera tragedia, "Persas" de Esquilo en 472 antes de Cristo, pocas obras tienen alguna relación con este dios.
La comedia estuvo básicamente dedicada a burlarse de los contemporáneos, incluyendo Sócrates (la sátira más famosa contra este filósofo fue "Nubes" de Aristófanes).

9. ¿QUÉ HIZO QUE SÓCRATES PENSARA QUE PODRÍA SER UN FILÓSOFO?

Sócrates (469-399 AC) pudo haber tenido su cabeza en las nubes y fue retratado en la comedia de Aristófanes como alguien que podía elaborar ideas científicamente absurdas ("¿Cómo mido el salto de una pulga?") con otras socialmente subversivas ("Puedo enseñarle a cualquiera a ganar una discusión, incluso si está equivocado").
Esa imagen no coincide con las principales fuentes biográficas sobre Sócrates, sus pupilos Platón y Xenofón. Ambos lo tratan con gran respeto y lo consideran un guía moral, pero no cuentan mucho de cómo empezó el filósofo.
En realidad, la primera descripción que tenemos de Sócrates, en sus 30s, es de un hombre de acción.
Sirvió en una campaña militar en el norte de Grecia en el 432 A.C. y durante una brutal batalla le salvó la vida a su amado y joven amigo Alcibíades.
Después no volvió a dejar Atenas y pasó su tiempo tratando de que sus compatriotas examinaran su propia vida y sus pensamientos.
Podemos especular con que Sócrates coqueteó con las ciencias y la política en su juventud, hasta que una experiencia de vida o muerte en el campo de batalla lo transformó en un devoto buscador de la sabiduría y la verdad.
Como no escribió nada, las enseñanzas de Sócrates como filósofo nos vienen de los diálogos escritos por su pupilo Platón. Platón tuvo también su pupilo, Aristóteles, que fue tutor de Alejandro, príncipe de Macedonia.

10. ¿FUE ALEJANDRO REALMENTE MAGNO?

Alejandro (356-323 AC) se convirtió en uno de los más grandes generales que el mundo ha visto.
Según fuentes antiguas, sin embargo, su apariencia física no era muy atractiva. Bajo de estatura y fornido, era un gran bebedor de complexión ruda, voz rasposa y un temperamento impulsivo que en una ocasión lo llevó a matar a su compañero de batallas Clito en un ataque de ira.
A medida que pasaron los años, Alejandro se volvió más paranoico y megalómano.
Sin embargo, en 10 breves años, desde sus 20s, forjó un imperio que se extendió desde Egipto hasta India. Nunca derrotado en batalla, utilizó máquinas de guerra innovadoras y tan efectivas como el imaginario Caballo de Troya.
Su éxito militar fue casi milagroso y en los ojos del mundo antiguo, no ajeno a las guerras y las conquistas, se ganó el título de "Magno".