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Inundaciones y Modelo Productivo

Por Pedro Perettiex Director Titular de la Federación Agraria 
El modelo productivo agrario argentino, que desde la Grito de Alcorta,  definimos como de monocultivo inducido con concentración de tierras y rentas, es el principal responsables de las cada vez más graves y reiteradas inundaciones que padecemos todos los argentinos, especialmente los más pobres y vulnerables, donde las inundaciones pegan más.Pero…no solo lo decimos nosotros, porque  lo vemos, percibimos y sufrimos en los territorios que habitamos y laboramos. Lo dicen y certifican los técnicos del INTA.  Nicolás Bertram, ingeniero agrónomo, del INTA Marcos Juárez, que estudia las cuestiones referidas al agua desde hace más de una década, certifica las comprobaciones empíricas que hacemos los chacareros. Veamos. Según Bertram, las napas que en la pampa húmeda estaban hace una década a 10 metros de profundidad hoy están entre 1 y 0,50 cm, los suelos están saturados no pueden absorber mas. Las causas de esa saturación son dos, las deforestaciones indiscrimidas y la “liquidación” de casi 200.000 chacras mixtas desde los 90 para acá, lo que determinó que la soja le sacara a la ganadería “sólo” en la pampa húmeda 10.000.000 de hectáreas.Además la soja le arrebato a los montes naturales poco más de 4.000.000 de hectáreas…. El amigo lector se preguntara que vinculación tiene una cosa con la otra….según los técnicos, el monte nativo absorbe 300 milímetros la hora, un campo ganadero, 100mm y la soja apenas 30mm..Imaginen que anualizado, los bosques y pasturas consumen entre 1500 a 2000 mm anuales y la soja de 400 a 600mm año. El suelo absorbió todo lo que podía absorber por eso las napas freáticas subieron, al no poder “chupar” más el agua escurre hacia canales y ríos. Si a eso le sumamos el mal manejo de las lagunas, que productores irresponsables, llenan los campos de canales clandestinos para sacarse el  agua ellos y mandársela al vecino; nos encontramos con este panorama desolador. Que no es solo por causa de la falta de obras, que por cierto faltan , lo esencial es el modelo productivo que adoptamos,  sus  características extractivas, cuasi mineras, que saca, y no repone ni absorbe;  ha producido un verdadero desastre ambiental… siempre va a drenar  más agua de la que puede absorber lo que siembra…..La depredación ambiental tiene las características de la  universalidad, no solo se sufre en el lugar donde se ejecuta, sino que la padecen todos… aun los más distantes del lugar depredado.Una aclaración, para evitar que los defensores del modelo de sojización embarren la cancha. La siembra directa es un método de labranza, que solo indica la forma en que se pone la semilla en la tierra,  “solo siembra”, no decide, ni marca, ni caracteriza, por si misma el modelo… no lo define.  Con ella se  puede sembrar no solo soja, también  maíz, cebada, trigo, girasol, y pasturas, lo que sea; es solo eso, una técnica para labrar la tierra sin roturarla. El modelo productivo es el “todo”, incluye el cómo se hace, pero también, quién lo hace, qué se hace, dónde se hace, y cómo  se siembra,  transporta y vende.. Acá manda el mercado…volver a la chacra mixta es la medida más sana y eficaz. Esa fue la chacra tradicional, de la colonización agraria, la que diversificó la producción, ocupó geopolíticamente el territorio, generó una cultura y una economía como lo fue la chacarera; que la sojización vino a barrer y transformó a auténticos productores agropecuarios  en rentista agrarios y puso la producción en manos de un reducido grupo de megaempresa integradas verticalmente, que son una autentica amenaza  para la soberanía y seguridad alimentaria de la nación...salud y cosechas...

El Grupo Benetton ES EL MAYOR TERRATENIENTE DE ARGENTINA



Mapa identificando las propiedades del Grupo Benetton en Chubut y Río Negro. Ver el mapa con las referencias en el interior del artículo.
El mayor propietario privado superficiario de la República Argentina es el Grupo Benetton, a través de la Compañía de Tierras Sud Argentino S.A. (CTSA). Posee 844.200 hectáreas de tierra en las provincias de Buenos Aires, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. Es una superficie mayor a la de cualquier parque nacional existente en el país.

Por Federico Soria
En estas tierras hay aproximadamente 280.000 ovejas, que producen 1.300.000 kilos de lana por año, 16.000 vacas, 8.500 hectáreas plantadas con soja, 24.600 hectáreas de pino ponderosa, 4.600 hectáreas de pino murrayana y oregon, 1.100 hectáreas de forraje con riego por aspersión.
Además, el Grupo Benetton es dueño de una corporación megaminera denominada Minsud, con sede central en Toronto, Canadá; la cual posee 80.000 hectáreas de concesiones mineras en las provincias de San Juan, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. Algunos proyectos megamineros metalíferos de Minsud presentan alto grado de avance. El más importante de ellos el el Proyecto Chita Valey, en San Juan, ya está en condiciones de ser explotado y cuenta con todas las autorizacioes del gobierno de esa provinca para empezar a explotar. Además posee 3 proyectos más en avance intermedio (la mina Carlos, en Chubut y las minas San Antonio y La Rosita, en Santa Cruz).
BREVE HISTORIA (fuente: patagoniaargentina.8m.com, con agregado de datos propios):
▪ La “Compañía de Tierras del Sud Argentino S. A.”, fue originalmente inglesa y se conformó el 1 de mayo de 1889, fundada en Londres, bajo el nombre “The Argentinian Southern Land Company Ltd”. Fue creada para administrar los campos de varios lores ingleses, terratenientes en el país, que habían recibido esas tierras como parte de pago del Estado Argentino a la Corona Británica, por haber financiado, 10 años antes, la campaña militar conocida como “Conquista del Desierto”, mediante la cual se le arrebató la Patagonia a los Pueblo-Nación Mapuche, Aonikenk y otros, para incorporarlas al territorio de la República Argentina.
▪ El 3 de Julio de 1975, la “Great Western”, (empresa off-shore radicada en el paraíso fiscal de Luxemburgo, que por ese entonces, estaba en manos de la burguesía terrateniente argentina, conformada por los “Menendez Hume, Ochoa & Paz Repetto”), compra el paquete accionario de la “The Argentinian Southern Land Company Ltd”. La “Great Western”, era además accionaria en otra compañía inglesa: “The Patagonian Sheep Farming Company Ltd.”, la dueña de las ovejas que pastaban en esos campos.
▪ El 26 Mayo de 1982, en una reunión de accionistas, se decidió cambiar el nombre por “Compañía de Tierras del Sud Argentino S. A.” (era la época de la Guerra de Malvinas, y el nuevo nombre “sonaba mas criollo”). En ese entonces, la empresa se radicó en Argentina.
▪ El 21 de Agosto de 1991, el paquete accionario de “Compañía de Tierras del Sud Argentino S. A.” (incluidas todas las tierras y las ovejas) pasa a manos de “Edizione Holding International N.V.”, pantalla financiera del Grupo Benetton, por unos 50 millones de dólares. El intermediario en esa operación es el agente inmobiliario local Nicolás Van Dittmar. Los directivos de la CTSA eran: Carlo Benetton (Presidente), D.E. Perazzo (VP), F. Acoroni (Director) y Ana M. Halassy (Directora.)
▪ El 14 de Agosto de 1996, una reunión de accionistas de CTSA, modifica el propósito de la Compañía (agricultura, ganadería, industrial, comercial, financiero, inmobiliario), para agregar un prometedor propósito: la minería. Posteriormente se crea Minsud, incorporando participación accionaria minoritaria y gerenciamiento por parte de ejecutivos canadienses de otras grandes empresas del rubro a nivel internacional.
▪ Desde que fue adquirida por el Grupo Benetton hasta la actualidad (25 años), CTSA ha duplicado su capital, casi exclusivamente con las ganancias generadas por la venta de lana, sin embargo esta empresa representa menos del 4% del conglomerado Benetton en todo el mundo.
▪ En la rama forestal, CTSA ha suscripto un convenio con el INTA y la Universidad del Comahue, para “mejora de la calidad genética” de sus cultivos. Si bien no está explicitado, el objetivo final de estos estudios conjuntos es experimentar y desarrollar variedades de pinos transgénicos.
▪ En el rubro forestal, Benetton lleva invertidos 7 millones de dólares, de los cuales 2,6 millones son subsidios otorgados por el Estado.
EL GRUPO BENETTON:
▪ Tiene sede en la ciudad de Triveso, Italia, de donde es oriunda la familia, compuesta por los hermanos Luciano, Gilberto, Carlos y Giuliana. Fue fundado en 1965 y actualmente posee un capital cercano a los 4 mil millones de dólares.
▪ Además de las ya mencionadas corporaciones que operan en Argentina, a nivel internacional, el Grupo Benetton posee las siguentes marcas textiles: United Colors of Benetton, Playlife y Sisley, las cuales presentan diferentes líneas de indumentaria, perfumes y merchandising Si bien la mayor parte de su producción textil proviene de Argentina, también posee intereses en Nueva Zelanda y Australia. En este último país realiza la mayoría de sus operaciones comerciales en sociedad con la Australian Agriculturan Company, otra empresa que era de la Corona Británica y actualmente pertenece al Grupo Tavistock (Joe Lewis).
▪ El Grupo Benneton, además, ha regenteado marcas deportivas: una escudería de Fórmula 1 y equipos de basquet, rugby y voley en las primeras ligas italianas.
▪ Como pantalla de “Responsabilidad Social Empresaria” y para desgravar impuestos en diversos países, el Grupo Benetton posee, entre otras, las siguentes fundaciones en diferentes lugares del mundo: Fondation Sisley-D’Ordation (Francia), Unhate Fundation (EEUU), Fundazione Studi Ricerche (Italia), Fundación Museo Leleque (Argentina), etc.
▪ Conviene mencionar también que los Benetton son de los coleccionistas privados de arte más grande del mundo que hay. También poseen un instituto de estudios en comunicación y publicidad, denominado “Fábrica” cuya sede central es un complejo arquitectónico ubicado en la ciudad de Treviso, Italia.
A este mosntruo se enfrentó la Comunidad Mapuche Santa Rosa de Leleque y le ganó. A este monstruo se están enfrentando las Pu Lof en Resistencia del Departamento Cushamen y también le está ganando; a pesar de que su lonko weichafe, Facundo Jones Huala está detenido en calidad de preso político.
Acá se presenta el mapa de las propiedades que posee el Grupo Benetton en la Provincia del Chubut, realizado en base a la plantilla del Sistema de Información Territorial del Gobierno del Chubut.
Gracias por el disparador inicial La Minga de Alas.

BENETTON EN CHUBUT
Enlace de publicaciòn: http://noalamina.org/informacion-general/item/15897-el-grupo-benetton-es-el-mayor-terrateniente-de-argentina

Vivir en una burbuja: mundos a medida en la aldea global



Ilustración: Pablo Harymbat

Ilustración: Pablo Harymbat.

En las redes y fuera de ellas, las personas se rodean cada vez más de quienes se les parecen; la promesa global de un planeta conectado y diverso contrasta con la realidad de experiencias cada vez más homogéneas, segregación y desigualdad

Por Natalí Schejtman


Uno de los sketchs del programa Saturday Night Live después de la victoria de Trump presenta una utopía: un lugar apartado de Estados Unidos, donde viven los progresistas que aman las librerías de usados, los bares hipsters y pagan con dólares que tienen la cara de Bernie Sanders. Esta especie de emprendimiento inmobiliario/cívico se llama The Bubble (La burbuja) y acepta a "librepensadores...y a nadie más". Finalmente develan que la burbuja es Brooklyn en un domo transparente. En definitiva, no es raro encontrar ahora mismo gente en las principales ciudades costeras de los Estados Unidos que digan, aún en shock, que no conocen a nadie que haya votado a Trump. Lo mismo pasaba con los jóvenes cosmopolitas de Londres: no sabían de nadie que hubiera estado a favor del Brexit, y repetían como un mantra vergonzoso, que al día siguiente del referéndum la principal búsqueda de Google era: ¿qué es la Unión Europea?



Ya en 1972, la crítica de cine del New Yorker Pauline Kael declaró muy ligeramente que conocía solamente a un votante de Nixon y se volvió un calificativo: "Pauline Kaelism" es vivir en una burbuja. Y son varios los que la recordaron este año. Pero SNL supo leer un estado general que excede a Estados Unidos y esta elección en particular: ¿y si la utopía global en realidad está encerrada en un globo? ¿Y si sabemos poco y nada de cómo viven las personas que no son afines a nosotros?
A comienzos del año, el Wall Street Journal tomó un estudio realizado por Facebook y publicado en la revista Science para crear dos muros paralelos con noticias que simulaban ser de un usuario muy liberal y un usuario muy conservador. La divergencia entre ambos era, lógicamente, pasmosa: el usuario "muy conservador" vería noticias sobre veteranos de guerra apoyados por Trump mientras que del lado "muy liberal" habría descripciones de cómo su mandato va a acabar con el progreso.



Mucho se habló sobre los riesgos de una Internet personalizada. En Republica.com, Cass Sustein imaginó las implicancias de la idea del "Daily me" de Nicholas Negroponte: un mundo en el que cada cual seleccionara exactamente las noticias que quería leer y no hubiera nada parecido a un contenido compartido por todos. En definitiva, decía, la idea del "interés general" podría ser una idea del siglo XX que no sobreviviera al XXI. Eli Pariser publicó un libro resonante hace unos años llamado The Filter Bubble, en el que alertaba sobre cómo los filtros -explícitos e implícitos- de la web estaban generando un mundo de conocimiento sesgado. En Estados Unidos, la discusión acerca de cómo los muros de los ciudadanos podían diferir radicalmente gracias, en parte, a su algoritmo, y sesgar a los votantes y cuál era la responsabilidad de la empresa en la propagación de noticias falsas disparó la discusión sobre las burbujas informativas y sus efectos para el buen funcionamiento de la democracia. Pero según Pablo Boczkowski, profesor de la Universidad de Northwestern y codirector del Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina en conjunto con la Universidad de San Andrés, la segmentación de las audiencias no es un invento de Facebook: "En realidad, la empezaron los medios tradicionales. Segmentar es una manera excelente de hacer negocio porque se construye un target y se le comunica más eficazmente. Facebook es lo mismo pero a la enésima potencia. Por otro lado, sabe que si estamos más contentos, si leemos más cosas con las que estamos de acuerdo y nos confirman lo que pensamos, los avisos hacen más efecto". Además, menciona un tema fundamental que surge del cruce entre el rol de Facebook en la democracia con la discusión sobre la desigualdad de la sociedad estadounidense: "Toda la histeria que hay con Facebook es en realidad un desplazamiento muy fuerte de cierta bronca y cierta angustia respecto de tendencias sociales que suceden hace mucho tiempo y que estas herramientas sociales ayudan a amplificar".
A su vez, los medios tradicionales también mostraron que viven en su propia burbuja, potenciada por el hecho de que el periodismo hoy sale menos a la calle. La combinación de varios factores hace que el microclima se potencie: "Antes había ciertas instituciones sociales que moderaban ese efecto que tiene rodearse de gente muy afín y parecida a uno mismo -explica Boczkowski-, que se detiene en el aspecto "on demand" de los hábitos contemporáneos: "También, había una cultura mucho menos centrada en la opción y la elección como uno de los valores principales de la vida moderna, una ecuación que une la capacidad de elegir con el empoderamiento y con la democracia".

Desiguales y desconectados




Conocemos los números escandalosos de la desigualdad. En su conocido artículo "Del 1%, por el 1%, para el 1%", el Premio Nobel Joseph Stiglitz describe un estado de situación lapidario: el 1% de los estadounidenses se lleva el 25% del ingreso del país y el 40% de la riqueza. El economista termina su artículo con una visión pragmática: "El 1% superior tiene las mejores casas, las mejores educaciones, los mejores doctores y los mejores estilos de vida, pero hay una cosa que el dinero parece no haber comprado: el entendimiento de que su destino está ligado a cómo vive el otro 99%". La frase resuena particularmente en este momento. Pero la grieta no es solamente económica, sino también de capital social y estilos de vida: en su controvertido libro Coming Apart, el sociólogo conservador Charles Murray desafía a los lectores con un testpara saber cuán grande es su burbuja, con preguntas acerca de datos, consumos y costumbres del norteamericano medio.
Los datos que afirman la reproducción de los grupos sociales son, además, constantes y variopintos. En su libro Pedigree: How elite students get elite jobs, Lauren Rivera estudió los patrones de contratación de las empresas más prestigiosas, como bancos de inversión, estudios jurídicos y consultoras, y descubrió que no solamente reclutan empleados de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, sino que además se van inclinando por los candidatos más privilegiados económicamente. Desmontando la idea de meritocracia al mostrar la asociación entre prestigio y clase social, Thomas Piketty analizó que el ingreso promedio de los padres de los estudiantes de Harvard es equivalente al del 2% más alto de la sociedad, mientras que los del prestigioso Instituto de Estudios Políticos de París, al del 9%.

Ilustración: Pablo Harymbat
Ilustración: Pablo Harymbat.

El economista Anthony Atkinson suma en sus trabajos otro dato de encapsulamiento cuando dice que después de la Segunda Guerra Mundial, una vez que las mujeres ingresaron más fuertemente en el mundo del trabajo, los varones que ganaban sueldos altos tendían a casarse con mujeres que ganaban sueldos bajos, mientras que desde 1980, los hombres y las mujeres tienden a casarse con personas que ganan igual. En un artículo brillante sobre la influencia de los grupos no-educados en las elecciones de Brexit y de Trump, David Runciman ponía un ejemplo muy claro de cómo la gente ya no se mezcla: "Como dice el cliché: los jefes solían casarse con sus secretarias. Ya no, y no solamente porque hay menos secretarias. Si fuiste a la universidad, preguntate: ¿cuántos de tus amigos no fueron a la universidad? Y entre su amigos, ¿cuántos de los que fueron están casados con alguien que no?".
Si bien cada país vive el tema de la desigualdad de una forma diferente, en la Argentina la educación es un centro neurálgico de progresiva falta de diversidad. "La escuela primaria masiva, laica, gratuita, cuyos principios quedaron condensados en la ley 1420, tuvo en la base esta fuerte intencionalidad política, que fuera un espacio de homogeneización social y de encuentro", explica Sandra Ziegler, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del área de educación de Flacso. Sin embargo, este corte ha variado: "En las últimas dos décadas se ve un pasaje pronunciado de los sectores que pertenecen a los quintiles más altos -y progresivamente otros sectores también- a la educación privada. Esto genera un espacio de mayor homogeneidad en las aulas tanto de las escuelas estatales como privadas". Cabe mencionar, como dice Ziegler, que la creación de nuevas universidades en la provincia de Buenos Aires generó una ampliación en cuanto a la población que accede a la educación superior.
En una línea similar, la investigación de la doctora en Ciencias Sociales y becaria posdoctoral Conicet en el Instituto Gino Germani (UBA) Mercedes Krause aborda las narrativas de las clases medias y populares sobre su vida cotidiana y cómo se la estratificación de clase: "Lo que se ve es que las personas eligen tipos de clubes, de escuelas, de servicios de salud o de salidas de esparcimiento y en esas tipificaciones todo el tiempo opera el sentido común de dónde me ubico yo en relación a la clase social y en contraposición a quiénes. Dónde se sienten cómodos y dónde no: eligen rodearse de gente que perciben como similar a la imagen que tienen de sí mismos."
Mientras que hay un cierto consenso acerca de cómo distintas políticas desregulatorias contribuyeron a la fragmentación del espacio público, esto se combina con una elección por lo conocido. En su libro ¿Por qué preferimos la desigualdad?, François Dubet hace un razonamiento original de por qué las sociedades toleran el tándem del 1% y el 99% del que hablaba Stiglitz: "Todos los que pueden -y que no son necesariamente los más ricos- quieren desarrollar un capital social endógeno, vivir en los mismos barrios, no forzosamente para visitarse y generar una vida barrial, sino por el ambiente, la seguridad y la estética urbana, sin hablar de la sectorización escolar. Los individuos no buscan las desigualdades, pero sus elecciones las engendran". Para el autor, se trata de reconfigurar la idea de solidaridad.

Vidas paralelas

¿Cómo fomentar la empatía entre distintos sectores, si ocurren menos cruces entre ellos? El diseño urbano se vuelve una clave de la posibilidad o no de circulaciones paralelas entre sectores sociales. En el caso estadounidense, la disposición de los votantes de Trump y de Hillary Clinton estaba muy geolocalizada. En el Brexit, lo mismo.
Julián Varas, arquitecto, doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos y director de la maestría en Historia y Cultura de la Arquitectura y la Ciudad de la Universidad Torcuato Di Tella, acuerda con que esta disposición geográfica puede tener un correlato social: "Desde el punto de vista del urbanismo, el fenómeno de la globalización ha significado que las grandes metrópolis hayan comenzado a funcionar en redes cuyas interconexiones culturales y económicas pueden llegar a ser más fuertes que con los suburbios o incluso sectores dentro de la propia ciudad. Dicho de otro modo, la globalización ha traído aparejada una nueva configuración socioespacial en la que pesan más las redes de comunicaciones y las condiciones económicas y culturales que hacen posibles esas comunicaciones, que las proximidades, connacionalidades y otras condiciones territoriales, materiales, o administrativas que sirvieron para explicar el sistema internacional hasta los años 80. En ese sentido es posible que la desconexión que evidencian las redes sociales en Internet sea un reflejo de esa polaridad entre regiones altamente globalizadas y otras que lo están menos."
Varas menciona algunos procesos urbanos que son importantes para entender cómo se distribuye el electorado en Estados Unidos: el "white flight", que se dio a partir de los años 50 e implicó la huida a los suburbios de la población blanca de buen nivel económico y la ocupación del centro por parte de inmigrantes y minorías, y la gentrificación, que consiste en la vuelta de esas clases medias y altas al centro, la revalorización inmobiliaria y la consecuente expulsión de las clases populares, que ya no pueden pagar esos barrios centrales: "La gentrificación se produce en casi todas las grandes ciudades, por eso hay políticas urbanísticas que tienen como fin tratar de mitigar sus efectos negativos. Lo que está por detrás es, por un lado, un problema funcional ya que si no hay vivienda accesible, los empleos que no reciben altos ingresos dejan de atraer gente y se vuelve imposible que algunos rubros fundamentales, como policías, enfermeros, bomberos, ordenanzas, puedan vivir en la ciudad. Por otro lado, la ciudad tiende a volverse socialmente homogénea, lo cual tiene como consecuencia principal el desconocimiento acerca de la diversidad real que tiene la sociedad. Se pierde la posibilidad de expresión de la totalidad social, que a pesar de sus fricciones y conflictos, es necesaria."
La circulación y el consumo de bienes culturales también pueden ser territorios de unión. En su libro Der Klang Der Familie. Berlin, el tecno y la caída del Muro, Sven von Thülen cuenta cómo la escena de la música electrónica en Berlín funcionó como motor de reunificación de los jóvenes de la Berlín oriental y occidental una vez caído el muro. En los años 70, la música disco hizo lo propio para integrar en la pista a los negros y las minorías sexuales. En 2012, la investigadora del Instituto Gino Germani Ana Wortman lideró un equipo que armó una encuesta de consumos culturales en la ciudad de Buenos Aires, donde se vio una fuerte correlación entre frecuencia y elección del consumo cultural -cine, teatro, música- y la clase social: "Hay mucha oferta cultural gratuita que aun así no logra atraer a ciertos públicos de las clases más bajas, que tal vez sienten que no es para ellos. Obviamente ayuda que las cosas sean gratis, pero no es solamente abrir las puertas, sino también convocarlos. En los espacios culturales se observa una ratificación de la brecha. Hay muchos núcleos, muchas comunidades donde se ratifican lazos entre lo conocido, el evento cultural no es un espacio de lo desconocido", explica Wortman. Por otro lado, es interesante conocer los estudios de la teórica Marta Rosler agrupados en Culture Class, en el que, releyendo las ideas de Richard Florida en La clase creativa y otras tantas, traza relaciones complejas y actuales entre el rol de los artistas y "creativos", los circuitos comerciales y los procesos urbanos de desigualdad.
Tal vez haya que buscar en el fútbol un espacio que todavía sobrevive a la fragmentación. Pablo Alabarces, doctor en Sociología y titular del seminario de Cultura Popular en Ciencias de la Comunicación en la UBA, hace algunas salvedades: "Hay un dato que lo refutaría: hoy tenemos un fútbol donde están prohibidos los visitantes. Llamativamente. el Estado argentino ha decidido que no puede administrar la convivencia de estos grupos adentro de una cancha y tomó esta decisión. Más allá de esto, y teniendo en cuenta que no es transversal en términos de género, todavía el fútbol se mantiene como un espacio público transclasista". No sucede lo mismo en otros países. Owen Jones cuenta en su libro Chavs: la demonización de la clase trabajadora,cómo a partir de la tragedia de Hillsborough en 1989, en la que por una avalancha en un estadio de Sheffield murieron 96 personas, los precios de lo que sería la popular escalaron tanto que dejaron afuera a una parte de la población. El fútbol británico se gentrificó.
Pero en la fragmentación, no todos los sectores sociales se escuchan por igual. Y estas elecciones en Estados Unidos mostraron que la idea de mayoría silenciosa sigue estando muy vigente y que es muy difícil generalizar. O, como dice Alabarces, "que 'la gente' no existe".
Juan Germano, director de Isonomía, reconoce que los sondeos están teniendo un mayor nivel de rechazo por parte de la gente a quienes se encuesta. Con respecto a los subrepresentados de la opinión pública, menciona: "Podés tener un problema metodológico, en el sentido de que no los encuestaste, no quisieron responder, no llegaste. Además creo que en los medios hubo un voluntarismo interpretativo gigantesco, de no querer verlo, no querer que esté pasando, como si desde una supuesta superioridad del pensamiento estadounidense el voto a Trump fuera vergonzante. Una persona que no quiere ponerse a discutir se repliega en la comodidad de su metro cuadrado, frente a una sobrerepresentación mediática de los que están en contra de Trump".
En la circulación agrietada de la población, tanto online como offline, juegan varios aspectos: del imperativo moderno de una vida "on demand" a la fuerte desigualdad. Y también, la emergencia de una nueva minoría blanca de clase trabajadora, empobrecida y resentida, que resulta incómoda para ciertas elites y obliga a pensar al "otro" ya no solamente como inmigrante o constitutivo de una minoría racial. Este año instaló discusiones que, tanto como las grietas, son profundas e implican volver a pensar qué es lo que comparten los ciudadanos de un país y cómo seguir viviendo juntos



Proyectos en marcha: privatización educativa en la región



"América latina es la región en la que más ha avanzado la educación privada primaria y secundaria en las últimas tres décadas, pero la producción académica sobre las circunstancias políticas y económicas bajo las cuales esto se produjo es muy escasa en el continente", dice Mauro Moschetti, para explicar el lugar vacante que viene a cubrir la investigación en la que actualmente trabaja.
Financiada por Education International y surgida de los hallazgos de un proyecto global sobre el mismo tema, la investigación que comenzó hace unos cuatro meses en colaboración con otros colegas -Clara Fontdevila y Adrián Zancajo- apunta a "establecer una tipología de formas de privatización de la educación" en los países latinoamericanos. En la región, el 20% de los alumnos primarios y un porcentaje similar de los secundarios asisten a escuelas privadas, con países por encima y por debajo de esa media. "Se trata de entender -dice Moschetti- cómo y por qué los países de América latina han promovido la privatización de la educación de manera casi unánime a pesar de sus diferencias culturales, económicas y políticas."



Los primeros hallazgos muestran cinco trayectorias posibles hacia la privatización. "La privatización como parte de una reforma estructural del Estado (Chile), la privatización como reforma incremental (Brasil y Colombia, donde avanza con la complejidad de sus federalismos), la privatización «por default» y con escuelas privadas low-cost (Perú, República Dominicana), la privatización como resultado de alianzas público-privadas históricas (Argentina) y la privatización por vía del desastre (Haití, El Salvador, Guatemala) -describe-. En paralelo trabajamos con dos trayectorias contrapuestas: la no-privatización (Uruguay) y la desprivatización (Bolivia)", agrega.
En esas trayectorias se dibuja una primera distinción importante. "Hay países en los que la privatización se da como resultado de políticas explícitas para abrir el sector educativo a proveedores privados. Pero hay casos más «espontáneos» en los que el Estado juega un rol ambiguo", dice. Es el caso de Perú, que hasta hace 25 años tenía tasas de escolarización muy bajas en comparación con otros países de la región. "Aparecieron entonces proveedores privados de educación de bajo costo: escuelas que trabajaban con docentes sin título habilitante, en infraestructuras edilicias no apropiadas. Este sistema privado irregular aumentó la tasas de escolarización, pero bajo condiciones que el Estado no podía avalar. Entonces, se optó por hacer la vista gorda ante el fenómeno", describe Moschetti. Perú tiene una de las tasas de privatización más veloces del continente: en los últimos 15 años pasó del 20% al 50% de los alumnos en escuelas privadas. En la ciudad de Buenos Aires eso sucede desde hace 30 años.


Mauro Moschetti
Mauro Moschetti.

Nombre: Mauro Moschetti
Edad: 32 años


Perfil: magíster en Políticas Educativas (UTDT), investigador predoctoral de la Universidad Autónoma de Barcelona

Mi pueblo Languidece, bajo las emisiones gaseosas.


Los pobladores de Ingeniero White, evidencian los recuerdos del 20 de agosto del 2000, como un hito que develo por completo los incidentes por un gracias a la cámara de video de Claudio Herrera; quien puedo registrar la magnitud del escape de cloro de Solvay Indupa, y sus imágenes ilustraron e ilustran las crónicas.
Por otro lado, esto llevo a demostrar que las acciones y niveles  de seguridad de las empresas del complejo petroquímico, dejaban mucho que desear, con respecto a su slogan de buenos vecinos, comprometidos con la seguridad o más habitual por estos días, "la responsabilidad social empresaria".   
Por aquellos días, la participación y compromiso ciudadano, lograron la realización de asambleas popular en distintos salones de instituciones Whitenses; y resolviéndose la inmediata realización de medidas, que determinaron los cortes de la avenida 18 de julio y San Martín. También, se venció en individualismo se conformaron agrupaciones en defensa de la calidad de vida, la salud, y el ambiente;  que lograron maximizar los reclamos, clausurar la empresa en cuestión, iniciar una exhaustiva investigación por intermedio de auditores extranjeros.
Asimismo se exigió el reconocimiento de la falta de controles al sector industrial por los organismos provinciales, y la ausencia de acciones en materia de seguridad, por los funcionarios de Solvay Indupa, en base a la reducción del personal de control, que se  reemplazo por personal tercerizado, solo en días hábiles de la semana.  
De aquellos días, nos queda en grato recuerdo, que predomino en viento, "que si Dios como dicen es Argentino; aquellos días merodeaba por Ingeniero White". Por estos días, a modo de balance, podemos decir que algo se avanzo, con entes descentralizado dedicados al control ambiental, existencias de normas nacionales, provinciales y ordenanzas sobre la conciencia en la preservación del ambiente, la calidad de vida y los estándares de salud física y psíquica.
Las tareas pendientes son la consolidación de ámbito de participación y decisión en  acciones que beneficien a la población de Ingeniero White, mediante la implementación de partidas presupuestarias dedicas íntegramente a la elevar los niveles de calidad de cada una de los whitenses; establecer rigurosos control sobre las instalaciones industriales; jerarquización de los entes de salud municipal; e implementar los medidas de protección para las poblaciones cercanas.
Los pobladores de Ingeniero White, somos los más afectados por el progreso tecnológico, por falta de controles a los incidentes industriales, y por escasa "responsabilidad  social empresaria", que únicamente se declama o en su defecto solo esta direccionada, para algunos sectores de la sociedad.
Rogamos que sigan los buenos vientos, y que se eviten los efectos sobre los ciudadanos.

Mi pueblo Languidece, bajo las emisiones gaseosas.


Los pobladores de Ingeniero White, evidencian los recuerdos del 20 de agosto del 2000, como un hito que develo por completo los incidentes por un gracias a la cámara de video de Claudio Herrera; quien puedo registrar la magnitud del escape de cloro de Solvay Indupa, y sus imágenes ilustraron e ilustran las crónicas.
Por otro lado, esto llevo a demostrar que las acciones y niveles  de seguridad de las empresas del complejo petroquímico, dejaban mucho que desear, con respecto a su slogan de buenos vecinos, comprometidos con la seguridad o más habitual por estos días, "la responsabilidad social empresaria".   
Por aquellos días, la participación y compromiso ciudadano, lograron la realización de asambleas popular en distintos salones de instituciones Whitenses; y resolviéndose la inmediata realización de medidas, que determinaron los cortes de la avenida 18 de julio y San Martín. También, se venció en individualismo se conformaron agrupaciones en defensa de la calidad de vida, la salud, y el ambiente;  que lograron maximizar los reclamos, clausurar la empresa en cuestión, iniciar una exhaustiva investigación por intermedio de auditores extranjeros.
Asimismo se exigió el reconocimiento de la falta de controles al sector industrial por los organismos provinciales, y la ausencia de acciones en materia de seguridad, por los funcionarios de Solvay Indupa, en base a la reducción del personal de control, que se  reemplazo por personal tercerizado, solo en días hábiles de la semana.  
De aquellos días, nos queda en grato recuerdo, que predomino en viento, "que si Dios como dicen es Argentino; aquellos días merodeaba por Ingeniero White". Por estos días, a modo de balance, podemos decir que algo se avanzo, con entes descentralizado dedicados al control ambiental, existencias de normas nacionales, provinciales y ordenanzas sobre la conciencia en la preservación del ambiente, la calidad de vida y los estándares de salud física y psíquica.
Las tareas pendientes son la consolidación de ámbito de participación y decisión en  acciones que beneficien a la población de Ingeniero White, mediante la implementación de partidas presupuestarias dedicas íntegramente a la elevar los niveles de calidad de cada una de los whitenses; establecer rigurosos control sobre las instalaciones industriales; jerarquización de los entes de salud municipal; e implementar los medidas de protección para las poblaciones cercanas.
Los pobladores de Ingeniero White, somos los más afectados por el progreso tecnológico, por falta de controles a los incidentes industriales, y por escasa "responsabilidad  social empresaria", que únicamente se declama o en su defecto solo esta direccionada, para algunos sectores de la sociedad.
Rogamos que sigan los buenos vientos, y que se eviten los efectos sobre los ciudadanos.

¿De qué sirve el profesor?

Por Umberto Eco
¿En el alud de artículos sobre el matonismo en la escuela he leído un episodio que, dentro de la esfera de la violencia, no definiría precisamente al máximo de la impertinencia... pero que se trata, sin embargo, de una impertinencia significativa. Relataba que un estudiante, para provocar a un profesor, le había dicho: "Disculpe, pero en la época de Internet, usted, ¿para qué sirve?"
El estudiante decía una verdad a medias, que, entre otros, los mismos profesores dicen desde hace por lo menos veinte años, y es que antes la escuela debía transmitir por cierto formación pero sobre todo nociones, desde las tablas en la primaria, cuál era la capital de Madagascar en la escuela media hasta los hechos de la guerra de los treinta años en la secundaria. Con la aparición, no digo de Internet, sino de la televisión e incluso de la radio, y hasta con la del cine, gran parte de estas nociones empezaron a ser absorbidas por los niños en la esfera de la vida extraescolar.
De pequeño, mi padre no sabía que Hiroshima quedaba en Japón, que existía Guadalcanal, tenía una idea imprecisa de Dresde y sólo sabía de la India lo que había leído en Salgari. Yo, que soy de la época de la guerra, aprendí esas cosas de la radio y las noticias cotidianas, mientras que mis hijos han visto en la televisión los fiordos noruegos, el desierto de Gobi, cómo las abejas polinizan las flores, cómo era un Tyrannosaurus rex y finalmente un niño de hoy lo sabe todo sobre el ozono, sobre los koalas, sobre Irak y sobre Afganistán. Tal vez, un niño de hoy no sepa qué son exactamente las células madre, pero las ha escuchado nombrar, mientras que en mi época de eso no hablaba siquiera la profesora de ciencias naturales. Entonces, ¿de qué sirven hoy los profesores?
Caricatura:Kovensky
He dicho que el estudiante dijo una verdad a medias, porque ante todo un docente, además de informar, debe formar. Lo que hace que una clase sea una buena clase no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones, una discusión sobre lo que se aprende en la escuela y lo que viene de afuera. Es cierto que lo que ocurre en Irak lo dice la televisión, pero por qué algo ocurre siempre ahí, desde la época de la civilización mesopotámica, y no en Groenlandia, es algo que sólo lo puede decir la escuela. Y si alguien objetase que a veces también hay personas autorizadas en Porta a Porta (programa televisivo italiano de análisis de temas de actualidad), es la escuela quien debe discutir Porta a Porta. Los medios de difusión masivos informan sobre muchas cosas y también transmiten valores, pero la escuela debe saber discutir la manera en la que los transmiten, y evaluar el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparecen en diarios, revistas y televisión. Y además, hace falta verificar la información que transmiten los medios: por ejemplo, ¿quién sino un docente puede corregir la pronunciación errónea del inglés que cada uno cree haber aprendido de la televisión?
Pero el estudiante no le estaba diciendo al profesor que ya no lo necesitaba porque ahora existían la radio y la televisión para decirle dónde está Tombuctú o lo que se discute sobre la fusión fría, es decir, no le estaba diciendo que su rol era cuestionado por discursos aislados, que circulan de manera casual y desordenado cada día en diversos medios -que sepamos mucho sobre Irak y poco sobre Siria depende de la buena o mala voluntad de Bush. El estudiante estaba diciéndole que hoy existe Internet, la Gran Madre de todas las enciclopedias, donde se puede encontrar Siria, la fusión fría, la guerra de los treinta años y la discusión infinita sobre el más alto de los números impares. Le estaba diciendo que la información que Internet pone a su disposición es inmensamente más amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor. Y omitía un punto importante: que Internet le dice "casi todo", salvo cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar o rechazar toda esa información.
Almacenar nueva información, cuando se tiene buena memoria, es algo de lo que todo el mundo es capaz. Pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y qué no es un arte sutil. Esa es la diferencia entre los que han cursado estudios regularmente (aunque sea mal) y los autodidactas (aunque sean geniales).
El problema dramático es que por cierto a veces ni siquiera el profesor sabe enseñar el arte de la selección, al menos no en cada capítulo del saber. Pero por lo menos sabe que debería saberlo, y si no sabe dar instrucciones precisas sobre cómo seleccionar, por lo menos puede ofrecerse como ejemplo, mostrando a alguien que se esfuerza por comparar y juzgar cada vez todo aquello que Internet pone a su disposición. Y también puede poner cotidianamente en escena el intento de reorganizar sistemáticamente lo que Internet le transmite en orden alfabético, diciendo que existen Tamerlán y monocotiledóneas pero no la relación sistemática entre estas dos nociones.
El sentido de esa relación sólo puede ofrecerlo la escuela, y si no sabe cómo tendrá que equiparse para hacerlo. Si no es así, las tres I de Internet, Inglés e Instrucción seguirán siendo solamente la primera parte de un rebuzno de asno que no asciende al cielo.
(Traducción: Mirta Rosenberg)
La Nacion/L'Espresso (Distributed by The New York Times Syndicate)