La silenciada historia de las veteranas de Malvinas

Por: Juan Pablo Parrilla 
"Mujeres invisibles", la primera investigación sobre las mujeres que participaron de la guerra. 





No sólo fueron madres, abuelas, hermanas, tías, amigas. También hubo protagonistas que fueron silenciadas por la última dictadura militar e invisibilizadas por los sucesivos gobiernos democráticos. Son las mujeres de la guerra de Malvinas, que sufrieron los mismos problemas que los hombres, las pesadillas, el estrés post traumáticos y el ninguneo, y que 33 años después, de a poco, están empezando hablar.

La mayoría fueron enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas civiles. Sólo la Fuerza Aérea había comenzado a incorporarlas en 1980 con el rango de cabo primero. También hubo voluntarias que casi nadie recuerda. Y miembros de la Marina Mercante. Pero todas vivieron los horrores desde adentro: recibieron en el continente y en los buques transformados en hospitales a los soldados heridos, amputados, quemados y psicológicamente agobiados.
Un libro y un proyecto de ley intentan rescatarlas del olvido. El primero se llama Mujeres invisiblesy fue escrito por la cordobesa Alicia Panero, pero no fue publicado en formato papel. El segundo es una iniciativa de la senadora riojana Hilda Aguirre de Soria, que incluye además del reconocimiento a su labor, la consagración del derecho a una pensión vitalicia.

El libro de Panero repasa historias como la de Liliana Collino, la única mujer que está probado que pisó territorio isleño a bordo un Hércules C-130 en el que se transportaban contenedores y heridos, y que en 1986 pidió su baja luego de pedir en reiteradas ocasiones un ascenso que nunca llegóInfobae entrevistó a su autora.
- ¿Qué motivó su investigación?
Yo estoy casada desde hace 30 años con un militar, vivo en una base aérea y no sabía que había veteranas. No hay una política de difusión sobre ellas. El veterano en el inconsciente colectivo es un hombre. La gente cuando escucha la historia de las veteranas no lo puede creer. Cuando salió la ley del Día del Veterano y los Caídos de Malvinas las dejaron afuera del nombre porque no se sabían que había veteranas. Pero aún hoy hay mucha negación de los hombres. Recién las invitaron a desfilar por primera vez el año pasado, en el aniversario del bautismo de fuego de las Fuerzas Armadas, el 1 de mayo.

- ¿Y dónde estuvieron todos estos años?
El Congreso las reconoció cuando se cumplieron los 30 años de la guerra, pero en ese transcurso, la mayoría prefirió no hablar, primero, porque la guerra venía de la dictadura y era como vergonzante; y segundo, nadie les creía, porque nunca se habló de ellas. Además, en general, los que sufren estrés postraumático hablan muchos años después. Por ejemplo, Alicia Reynoso (NdR: una de las trece enfermeras de la Fuerza Aérea que trabajaron en el hospital reubicable en Comodoro Rivadavia), a raíz de un ACV, recién 28 años después de la guerra contó su experiencia en una sesión de terapia. Y hoy sigue dando charlas.
Al margen del silencio de ellas, ¿por qué hubo una decisión del Estado de invisibilizarlas?

Hubo una orden en la dictadura de silenciarlas. El problema es que con la democracia y con todo el avance que hubo en materia de género eso debería haber cambiado esto. En su momento les sugirieron expresamente que no hablen, principalmente, porque ellas vieron las condiciones en las que volvían los soldados.
¿De qué hablaban? ¿Cómo eran los diálogos con los heridos?
Ellas en general no preguntaban qué les había pasado. Sólo los escuchaban. Les contaban del frío, del hambre, de que extrañaban a sus mamás. Y ellas sentían la necesidad de abrigarlos. Las de la Fuerza Aérea, por ejemplo, lo que más recuerdan es que cuando se abrían las puertas de los Hércules y bajaban las camillas, no había un sólo soldado que no pidiera por su madre.
¿Y con los enfermeros varones cómo era la relación?

Entre los hombres el trato era más difícil, no tan íntimo ni desde los sentimientos. Con las enfermeras tenían un trato más humano.
Un dato que llama la atención es la edad de las mujeres. Aunque siempre se habló de los conscriptos, había estudiantes de enfermería de 15, 16 y 17 años.
Si, fue un abuso del Estado el haber usado chiquitas de 15 años para ese trabajo.
La historia de Doris West es particular porque era la única mujer dentro de la tripulación del buque carguero Formosa.
Doris ya estaba acostumbrada, porque tenía 50 años (hoy tiene 84). Además, era un barco civil de la Marina Mercante, no era militar, era más natural el trato. La respetaban mucho porque estaba con jóvenes y ella era más grande. Ella es una de las pocas que cobra una pensión, pero estuvo realmente en la guerra, porque el Formosa estuvo en la costa de las Islas e incluso recibió una bomba de un avión argentino.
El buque transformado en hospital que más enfermeras tuvo fue el Irizar. ¿Cómo fue la historia ahí?

En el Irizar no esperaban mujeres y a las seis que fueron les tuvieron que armar un cuarto de emergencia. Al principio no les hablaba nadie, porque se decía que las mujeres a bordo son mala suerte y, además, no estaban acostumbrados a trabajar con mujeres. Pero después se integraron, sobre todo cuando empezaron a llegar los heridos, porque el trabajo no daba lugar a esas cosas. La experiencia fue muy fuerte para todos, hombres y mujeres, porque no había antecedentes.
Con las mujeres de la Fuerza Aérea se da una paradoja, porque eran las únicas que tenían condición militar, pero en tu libro concluís que fueron las más sufrieron el maltrato de los hombres.
En un traslado de Buenos Aires a Comodoro Rivadavia, el comandante tuvo que llevar a la cabina a cinco mujeres de la Fuerza Aérea, porque no paraban de gritarles cosas machistas y piropos subidos de tono. No querían que estén ahí. También la pasaron mal en el hospital, porque no estaban muy informadas de lo que estaba pasando. Y mientras esperaban a los primeros heridos hacían vida de cuartel. No las tenían bien.
¿Por qué elegiste para contar la historia de la enfermera chilena Griselda Gatica Garrido?
Ella trabajó en el Sanatorio Central de Bahía Blanca, a donde llegaron heridos de las islas y sobrevivientes del hundimiento del General Belgrano. Ella me conmocionó mucho porque hay toda una historia pesada con los chilenos y la guerra. Es cierto que Chile ayudó a los británicos, peroella trata de explicar que no son los pueblos, sino los gobiernos los que hacen la guerra. Aún hoy muchos tienen un odio visceral, sin pensar que allá también vivían en una dictadura. La gente común no tuvo nada que ver en eso. Griselda no tuvo una actitud pro británica e igual se comió insultos por ser chilena. Su historia es terrible desde lo ejemplificador.
¿Qué diferencia había entre las enfermeras británicas y las argentinas?
Las inglesas fueron 30 mujeres que estuvieron en el buque hospital Uganda SS. Si bien eran jóvenes, eran profesionales. En cambio las argentinas recién estaban haciendo la carrera y tuvieron que actuar como recibidas.
¿Las reconocieron?
Sí, inmediatamente, en agosto, cuando regresaron a Londres. Y las condecoraron. Para ellos, todo el que se trasladó a una zona de conflicto tiene derecho a una pensión.
¿Cómo fue el trato de las enfermeras inglesas a los heridos argentinos?

Los argentinos en el Uganda SS no tienen más que buenos recuerdos, más allá de la guerra. Hay uno que estuvo más de dos semanas y contó que no les importaba que sea argentino.
Del lado británico, una figura central es la de la artista Linda Kitson, enviada por el Museo Imperial de Guerra a retratar la guerra. Sin embargo, sus dibujos en general no muestran los horrores del combate. ¿Por qué toma esa decisión?
Hasta ese momento desde el Museo Británico habían enviado hombres a las guerras, que habían estado en el frente con las tropas y habían retratado las cosas más crueles. Linda, en cambio, optó por la vida en los campamentos para dar una visión de la guerra que ella define como "más misericordiosa", por ejemplo, mostrando cómo cambiaba la vida de los civiles.
La historia oficial dice que hay tres isleñas muertas por un bombardeo británico, pero hay otras siete que murieron por las minas. ¿Son recordadas o su historia también fue invisibilizada?
Esas tres civiles sí son recordadas. Hay una placa en el cementerio de San Carlos y aparecen en las placas en Londres que tienen el listado de muertos. Igualmente, no les gusta que las recuerden junto con los militares. Para ellos es más grave y pesada la muerte de civiles. Sin embargo, es un hecho casi desconocido, que para los isleños fue terrible: había una familia, los Fowler, que como su casa era de piedra habían invitado a sus vecinos a refugiarse, y una bomba que cayó sobre su casa mató a tres mujeres.
Los especialistas británicos suelen mencionar a dos mujeres a la hora de hablar de la guerra, la entonces primera ministra Margaret Thatcher y Sarah Jones, la esposa del militar inglés de más alto rango muerto en las islas, Herbert Jones. Sin embargo, ninguna de las dos participó directamente de la guerra.

Es cierto que no estuvieron en la zona de conflicto. Pero Sarah tiene una vida muy dedicada a la guerra, porque es miembro de la Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth y preside la Asociación Familias de Malvinas. Es una mujer que lleva su pérdida con mucha dignidad.
¿Qué opinás del proyecto de la senadora Aguirre de Soria?
Es un tema difícil porque se podrían venir encima los militares que no cobran pensiones. Pero la ley está muy bien redactada: se refiere a las mujeres que estuvieron en contacto con los heridos. Hoy sólo cobran pensiones siete mujeres del Ejército cobran pensiones y algunas de la Marina Mercante que estuvieron embarcadas. No hay un listado, pero yo sólo conozco a cuatro.
¿Por qué crees que todas las enfermeras, aún las que trabajaron en el continente, deberían cobrar una pensión?
Porque la guerra se traslada a donde se atienden a los heridos. Por algo esas enfermeras también tuvieron estrés postraumático. Por ejemplo, hay una que tenía 15 años, que se volvió adicta a las drogas y durante 25 años no habló de la guerra.
¿Hubo algún tipo de reclamo hasta ahora?
Algunas estuvieron peleando por sus derechos, pero no llegaron a nada, ni siquiera podían conseguir el certificado de las tareas que cumplieron.

¿Cuál es la situación de las mujeres en las Fuerzas Armadas hoy?
En general, siguen siendo ignoradas. Es como que están obligados a integrarlas, pero hasta ahí. El año pasado, por ejemplo, las invitaron por primera vez a desfilar, pero unos meses después había un ágape, y no las dejaron entrar.
Mujeres invisibles se puede descargar desde este link.

Los diez mitos de la educación argentina. Y por qué hay que discutirlos

Como pocos temas de agenda pública, las escuelas y los docentes evocan ideas equivocadas o nostálgicas, generalizaciones y frases hechas en el sentido común argentino. Cuando falta una semana para el comienzo de clases, se actualiza la paradoja central: la educación es a la vez causa y solución de todos los problemas del país. Qué cuestiones de fondo, concentrados en estas creencias erróneas, no estamos mirando
Por Raquel San Martín  
 
Foto: Martin Balcalá
A casi nadie se le ocurriría sugerir nuevas formas de hacer un trasplante de corazón, construir un puente, defender a alguien en los tribunales o bajar el desempleo si no se considera un experto. Pero todos hablamos de educación. Por haber ido a la escuela, tener hijos en ella, conocer un docente de cerca o ser alumno de algún tipo, en la Argentina la mayoría se siente habilitada a opinar sobre contenidos, metodologías o formación docente, aunque educar requiera el manejo preciso de tecnologías y saberes igualmente sofisticados.
En la Argentina, el sentido común sobre las escuelas -que suele, además, estar dominado por la idea de una educación "en crisis", sin mayores precisiones- ha terminado plagado de ideas equivocadas, nostálgicas de un supuesto pasado dorado, generalizaciones y frases hechas que, en el caso más inofensivo, dejan a todos hablando en la superficie y, en el peor, obturan mejoras de fondo, sobre todo cuando algunos de estos "mitos" se prolongan en las voces de los funcionarios.
Así, si bien en los últimos años hay más chicos que van a la escuela en el país, sobre todo inicial y primaria, los problemas continúan para que se queden efectivamente en ella y completen su escolaridad en tiempo. Si el secundario concentra todas las críticas, muchos adolescentes lo rescatan como espacio de crecimiento, en todas las clases sociales.
Mientras los rankings rápidos de las pruebas PISA no provocan mejoras por sí solos, sí puede hacerlo la información que ésas u otras pruebas podrían dar a las escuelas, y que hoy no tienen. Y son tanto los salarios como las condiciones de trabajo y de carrera las que habría que revisar para mejorar el trabajo docente.
Cuando falta una semana para el inicio formal de las clases en la Argentina -vinculado ya cíclicamente a los reclamos salariales y los paros-, se reactualiza una creencia central y paradójica: en la Argentina, la educación es la causa de todas las desgracias (los accidentes de tránsito, la inseguridad, la corrupción) y a la vez la solución a todas ellas. No en vano la mayoría de las diez creencias más extendidas sobre la educación que aquí se desarrollan buscan responsables, generalizan el deterioro o exageran el entusiasmo por lo que efectivamente se puede resolver en la escuela. Aquí, algunos mitos difundidos en los últimos años, y sus contraargumentos.
1 La educación puede reparar la injusticia social
"Cien años de educación pública demostraron que esto no es así. La sociedad tiene que actuar en las distintas dimensiones para lograr más justicia social y, así, una educación más equitativa para todos", apunta Guillermina Tiramonti, docente e investigadora del Área de Educación de Flacso. "En sociedades muy injustas, muy polarizadas como la nuestra, la escuela tiende a reproducir estas diferencias, aun cuando el objetivo declarado sea la ampliación de derechos."
2 La escuela puede socializar en mejores valores que los predominantes en la sociedad
Ninguna escuela es una isla. "Las diferencias que puede hacer la escuela en este sentido son pocas. En verdad, la escuela socializa en los valores de los grupos familiares de los alumnos. No es que si tenemos una sociedad anómica la escuela va a generar ciudadanos responsables de la ley que cambien esa sociedad -dice Tiramonti-. Primero porque todos vivimos en ella, pero además porque la escuela tiende a organizarse según esos valores. Así, la discrecionalidad de la autoridad está bastante presente en las instituciones escolares, porque la discrecionalidad es la regla afuera."
3 Los maestros de antes eran mejores que los de ahora
Esta idea repetida, conectada con la añoranza de una supuesta escuela dorada del pasado -otro mito ubicuo-, tiene varias versiones: que la educación está mal porque los maestros son malos, que no quieren actualizarse o, como dijo la propia Presidenta, que trabajan poco y tienen tres meses de vacaciones.
"En la «época de oro» de la educación argentina, los maestros se recibían con título secundario de 4 años, con sólo 7 materias pedagógicas y debutaban en la escuela a los 16 años de edad. Eran en su mayoría mujeres a quienes se les vedaba la universidad y trabajos que no fuesen con niños. Leían bastante, pero muy poca ciencia. Las investigaciones muestran que iban poco al cine, casi nada al teatro y sí consumían radioteatros y revistas femeninas, cuyas secciones «para maestras» actualizaban sus conocimientos. Hoy, un docente se forma cuatro o cinco años después del secundario, algunos en la universidad. Cursan muchas materias pedagógicas y científicas, y aun con problemas enormes se capacitan y estudian. Navegan por Internet, están enterados de lo que pasa en la Argentina y el mundo, muchos tienen compromiso intelectual y político y arrancan en la escuela mucho más tarde, a los 22 o 23 años de edad", describe Mariano Narodowski, profesor en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).
Y completa: "Creemos que las maestras de antes eran mejores porque aquella sociedad jerárquica respetaba y temía a toda autoridad y a toda institución estatal. Al contrario de la actual, aquella autoridad docente era «de origen». Hoy, la autoridad docente es «de ejercicio»: los maestros -mucho más formados- son cuestionados y su legitimidad debe ser demostrada cada día", dice.
Al mismo tiempo, casi nadie niega que existen "grandes deficiencias en las competencias de los maestros", como dice una especialista. "El docente argentino promedio tiene los mismos problemas de calidad que el promedio de los demás oficios y profesiones. En una sociedad que no busca la excelencia y que iguala para abajo, los docentes se desempeñan de acuerdo con esos estándares, muy similares a las otras profesiones -sigue-. Esto no significa que no haga falta mejorar a los docentes, pero partiendo de reconocer la mediocridad generalizada de nuestra sociedad."
No ya la "formación docente", sino toda su carrera y condiciones de trabajo, es lo que los países que mejoran la calidad educativa están modificando. "Hay que analizar cuáles han sido las políticas para la docencia de los últimos 30 años. Ver, por ejemplo, la capacidad de atracción del sueldo docente: en 2013, el salario de un maestro de grado de primaria, de jornada simple y con 10 años de antigüedad era de 5800 pesos -dice Cecilia Veleda, investigadora principal del Programa de Educación de Cippec-. La formación inicial y la continua se han deteriorado. La carrera docente no ofrece oportunidades de desarrollo profesional si no es por la vía del ascenso vertical. Mejorar las condiciones de trabajo va a requerir una batería de políticas costosas en recursos, en lo técnico y en lo político, porque son acuerdos de largo plazo."
4 En la Argentina, bajó la calidad pero subió la inclusión
Es una idea muy sostenida en la última década, que "compensa" los magros resultados en las evaluaciones educativas más recientes. "El consuelo es la inclusión: dicen que empeoran los resultados porque cada vez más chicos (y más pobres) van a la escuela pública. Además de ser una idea perversa -escolarizar a los más pobres bajaría el nivel educacional-, es falsa", dice Narodowski. "El crecimiento del número de alumnos desde 2003 se explica básicamente, por su inscripción en escuelas privadas. De cada 100 nuevos alumnos en el nivel inicial, 60 fueron a privada; en el secundario, el 50% fue a privada. En la escuela primaria, el 100% del crecimiento de la matrícula pos-2003 se explica por la escuela privada. Al contrario, la escuela pública no sólo no creció, sino que decreció 9%", enumera y suma otro dato: "Las últimas evaluaciones de la Unesco muestran una caída en la tasa de escolarización para la primaria, un logro que se creía consolidado".
Otros números sirven de contraargumento. "La Argentina no matricula a muchos más alumnos en la secundaria que otros países de la región. Según la Unesco, la tasa neta de matrícula secundaria es de 82%, comparada con 83% en Chile, 74% en Colombia y 78% en Perú", dice Alejandro Ganimian, estudiante de doctorado en la Universidad de Harvard, especializado en análisis cuantitativo de política educativa, y apunta a otra cara de la inclusión: la permanencia, en la que la Argentina tiene más problemas que sus vecinos. "El país retiene a muchos menos alumnos. Según la OCDE, la tasa de graduación secundaria en la Argentina es 41%, comparada con 84% en Chile, 64% en Brasil y 44% en México."
5 A las escuelas privadas van sólo los que tienen más recursos
Buscando lo que suponen más calidad, menos paros, mejores condiciones edilicias y, en algunos barrios, hasta más seguridad, cada vez más familias de clase media baja migran con esfuerzo a las escuelas privadas. De hecho, el crecimiento significativo de la educación privada en la Argentina, desde los 60, pero fundamentalmente desde 2003, incluye a todos los sectores sociales. Narodowski aporta cifras: "En el quintil más pobre de los hogares argentinos, el 14% va a escuelas privadas, y en los sectores de clase media baja, entre el 23% y el 38% van a secundarias privadas".
Otra formulación del mito es pensar que cualquier deterioro educativo que exista afecta a los pobres; que las escuelas privadas más caras, por ejemplo, protegen de la caída. Según los expertos, el escalón social ya no es un antídoto. Según Ganimian, en las pruebas PISA 2012, a las escuelas de nivel socioeconómico más alto de la Argentina les fue igual que a las de nivel socioeconómico más bajo de Italia, Lituania, Estados Unidos y el país promedio de la OCDE.
6 En la secundaria los chicos se aburren, no respetan nada y nada les interesa
Más añoranza de la escuela del pasado. "Esa idea desprecia otros sentidos que los jóvenes hoy les dan a la escuela secundaria y a la sociabilidad en ella: aprender a estar con otros, compartir espacios, encontrarse con personas diferentes", describe Pedro Núñez, investigador del Conicet y de Flacso, con experiencia en estudiar la vida escolar y las percepciones de estudiantes y profesores.
Esto no implica sostener que no hace falta mejorar la escuela media, pero quizá no tanto porque esté "desactualizada" o los profesores no estén "formados", sino porque hay desajustes evidentes en el modo en que jóvenes y adultos entienden esa escuela, que, con sus matices, atraviesan todos los sectores sociales. "Hay un desacople entre la propuesta de la escuela secundaria y los modos de ser joven: cómo entienden el respeto, los sentidos que le dan a la educación, el lugar de la participación política y una temporalidad que se rige por parámetros distintos -dice Núñez-. Si la escuela propone la gratificación diferida, hacer un esfuerzo para que en el futuro te vaya mejor, la sociedad ofrece y pide consumo ya." ¿La escuela tiene que adaptarse entonces a ese entorno? "No -dice Núñez-, pero tiene que tenerlo en cuenta. Por supuesto, en la escuela los chicos siguen aprendiendo cosas que no aprenden afuera: el tiempo escolar que exige una preparación diferente, que planifiques, que te adaptes a distintas situaciones, que vayas ganando autonomía, que entables relaciones con personas distintas."
Más que en lo institucional, es en la relación cotidiana con los docentes donde se juegan esas distancias. "Según dicen los chicos, el buen docente es el que los trata bien, el que exige, el que sabe, el que va siempre, pero también el que explica todas las veces que sea necesario. Es un docente distinto del de la escuela añorada, no está investido de respeto, sino que tiene que ganarlo. Y hacerlo frente a un grupo cada vez más heterogéneo."
7 Las pruebas internacionales de calidad no captan la realidad argentina
Mientras los países de la región avanzaron en los últimos años en integrar la idea de evaluación a sus sistemas, en el país las pruebas PISA se convirtieron casi en un enemigo, pero con argumentos como ése, que escondieron cuestionamientos más fundados -que existen- a estas evaluaciones.
No se trata de promover los rankings o las estadísticas rápidas del fracaso a las que han terminado vinculadas las PISA, sino de usar esos resultados como insumo. "Hay consenso académico en que esto tiene que cambiar. Si bien es cierto que estas evaluaciones no reflejan todo lo que se enseña y aprende en todas las escuelas del país, deben ser herramientas indispensables para la política educativa. Ni la política pública ni las decisiones en las escuelas pueden definirse a partir de sensaciones -dice Veleda-. Hoy podríamos tener una radiografía de cada escuela del sistema educativo. Hay otras pruebas internacionales a las que sumarnos, si las PISA o las de la Unesco no nos satisfacen. Y hay que revisar los Operativos Nacionales de Evaluación, para que sean un instrumento de trabajo en las escuelas, que necesitan saber dónde están paradas."
8 Tener un título asegura la inserción laboral de los más pobres
Varias investigaciones están demostrando un dato inquietante: para los sectores sociales más bajos, el título secundario e incluso el universitario no necesariamente mejora sus opciones laborales. "Muchas veces la expectativa de que el título los va a insertar en un mercado laboral formal es falsa", dice Tiramonti. Y cita un trabajo de María Alejandra Sendón, que demuestra que entre los jóvenes de sectores populares con título secundario la desocupación es más alta que entre los de clase media con secundario incompleto. "Por una cercanía de valores de socialización, muchos empleadores prefieren tomar a un chico de clase media sin secundario completo que a uno de la villa con título", señala Tiramonti. "El origen social está empezando a jugar como seleccionador."
9 Dar computadoras a los alumnos mejora los aprendizajes
De ese mito se abren varios otros. "Ya está claro que dar computadoras en las escuelas no alcanza. Ya las dimos, pero ahora hay que hacer un doble salto: enseñar a las nuevas generaciones sobre las posibilidades que abren y vacunarlos contra lo que se está convirtiendo Internet, que no es lo que imaginábamos", apunta Fabio Tarasow, coordinador del Programa de Educación y Nuevas Tecnologías de Flacso. "Pensar ciudadanos digitales, de eso se trata, no está en ninguna agenda. También hay que descartar la idea de «capacitar» a los maestros para usar la tecnología. Esa idea ya se queda corta. Si todo termina en un curso, eso no sirve. Se necesita modificar estructuras y contenidos para adecuarlos a las nuevas tecnologías", dice Tarasow, y se alarma con la última tendencia en mitos en la escuela: todos tienen que aprender a programar. "Es importante facilitarlo para aquellos que quieran aprenderlo, pero que obligatoriamente lo haga la escuela es estrellarse contra la pared. Ni siquiera tenemos docentes preparados para hacerlo y no se puede garantizar que se haga bien."
10 El financiamiento garantiza resultados
Llegar al 6% del PBI para educación fue uno de los eslóganes de mejora de la década, algo que muchos expertos están cuestionando. Pero, incluso sin entrar en cálculos, el saldo de la década muestra que sólo con el dinero la educación no mejora. Sobre todo si, al mismo tiempo, no hay cambios en el federalismo argentino, que dispone un reparto de recursos con parámetros desiguales o directamente discrecional. "Un aumento de los recursos implementado de manera incorrecta sólo perjudica más todavía a la educación: la cuestión es cómo hacer que los recursos lleguen a las escuelas y ellas decidan la mejor manera de invertirlos", dice Narodowski.
La crisis permanente y generalizada, el trazo grueso de que "el 50% de los chicos no entiende lo que lee" o la responsabilización de los maestros -o de los alumnos- como conjunto no parecen las ideas que se llevarían a una mesa seria de discusión de cambios en las escuelas. Mientras varias ONG trabajan con los precandidatos presidenciales en compromisos públicos sobre la educación que viene, falta que las charlas de sobremesa reconozcan, al menos, que la escuela sigue haciendo algo que sólo ella puede hacer.

El Miedo Manda





El hambre desayuna miedo. 
El miedo al silencio que aturde las calles. 
El miedo amenaza. 
Si usted ama tendrá sida. 
Si fuma tendrá cáncer. 
Si respira tendrá contaminación. 
Si bebe tendrá accidentes. 
Si come tendrá colesterol. 
Si habla tendrá desempleo. 
Si camina tendrá violencia. 
Si piensa tendrá angustia. 
Si duda tendrá locura. 
Si siente tendrá soledad.


Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo. 
Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo. 
Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida. 
Los automovilistas tienen miedo a caminar
y los peatones tienen miedo de ser atropellados. 
La democracia tiene miedo de recordar
y el lenguaje tiene miedo de decir. 
Los civiles tienen miedo a los militares.
Los militares tienen miedo a la falta de armas. 
Las armas tienen miedo a la falta de guerra. 
Es el tiempo del miedo. 
Miedo de la mujer a la violencia del hombre
y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
 Miedo a los ladrones y miedo a la policía. 
Miedo a la puerta sin cerradura. 
Al tiempo sin relojes. 
Al niño sin televisión. 
Miedo a la noche sin pastillas para dormir
y a la mañana sin pastillas para despertar. 
Miedo a la soledad y miedo a la multitud. 
Miedo a lo que fue. 
Miedo a lo que será. 
Miedo de morir. 
Miedo de vivir.

                                                                               Eduardo Galeano



BATALLA DE CHACABUCO 12 de Febrero de 1817


El 12 de febrero de 1817, el Ejército Libertador, luego de realizar la epopeya del cruce de los Andes, encontrándose en la llamada cuesta o hacienda de Chacabuco a 55 Km al norte de Santiago, los soldados patriotas hallan en ese campo de batalla la palma de gloria que los coronó como vencedores de los Andes y del Ejército Realista que los aguardaba en dicha cuesta con la intención de interrumpir la ruta de la libertad emprendida por el General San Martín.

Tropas chilenas y argentinas rumbo a la Batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817), lideradas por el general José de San Martín.

La Batalla de Chacabuco 

fue una decisiva contienda de la Independencia de Chile en la cual combatieron el Ejército de los Andes de las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Ejército Realista, resultando en un firme triunfo para el bando independentista comandado por José de San Martín que contó con contingentes emigrados de Chile (pasando estos al Ejército Unido). Tuvo lugar el 12 de febrero de 1817, en la hacienda de Chacabuco (Colina), a 55 km al norte de la ciudad de Santiago (contados desde el centro de la antigua pequeña ciudad).


Antecedentes

En la Ciudad de Mendoza los patriotas se pusieron bajo las órdenes de José de San Martín, general argentino que encabezó la independencia de su la Argentína, el cual tenía un plan para derrotar a los realistas. Los chilenos O`Higgins y Ramón Freire ayudaron a organizar y adiestrar a este ejército.
San Martín liberó a los esclavos negros siempre que se enrolasen en las tropas e incorporó en ellas a los patriotas chilenos que seguían a O`Higgins (ya que no existía un ejército propiamente chileno, pasando a formar parte íntegra del ejército libertador) y aquellos soldados de Carrera que estuviesen dispuestos a servir bajo sus banderas.

 

Entre chilenos y argentinos el ejército llegó a contar con alrededor de 4.000 hombres perfectamente armados y disciplinados.
Luego del Cruce de los Andes las fuerzas patriotas dirigidas por San Martín marcharon por la ladera poniente del macizo, llevando consigo las piezas de artillería, alimento y ropajes.
Debido a la dispersión de sus fuerzas (estimadas en abril de 1817 en 4.317 hombres), a Francisco Casimiro Marcó del Pont, se le hizo muy difícil reunir un ejército, el que finalmente sería de 1500 hombres. La moral de éstos no era la mejor, pues estaban mal pagos y no se les había reconocido los grados ganados en la campaña de reconquista al mando de Mariano Osorio.

Batalla

Tras reunirse el 9 de febrero en el Campamento de Curimón las columnas que cruzaron los Andes por "camino de Los Patos" junto con las que cruzaron por el "camino de Uspallata", se resolvió atacar en la madrugada del día 12. Con el fin de emplear una táctica de pinzas por el frente y la retaguardia, se dividieron a las tropas disponibles en dos:
La 1º División o ala derecha al mando de Miguel Estanislao Soler que debía atacar por el oeste, estaba compuesta por los batallones Nº1 de Cazadores y Nº11, las compañías de Granaderos y Cazadores de los Batallones Nº7 y Nº8, el escuadrón Nº4 de Granaderos, el escuadrón escolta del general en jefe y 7 piezas de artillería de 4" con 80 artilleros de dotación. Ascendía el total de esta columna a 2.000 hombres.
La 2º División o ala izquierda al mando de Bernardo O'Higgins debía atacar por el este; estaba formada por las compañías de fusileros de los batallones 7 y 8, los escuadrones restantes 1º, 2º y 3º de Granaderos a caballo y 2 piezas de artillería (que perderían en el desfiladero) de 4" con el resto del batallón de artillería. Ascendía el total de esta columna a 1.500 hombres.


Mientras Soler rodeaba a los realistas por el camino de Montenegro, más suave pero mucho más largo, O'Higgins lo hacía por Cuesta Vieja, más corto pero en pendiente y mucho más peligroso, dirigiéndose en dos columnas, y enfrentándose con los adelantados realistas hasta encontrarse frente a frente con el grueso del ejército realista, por lo que decidió avanzar hacia el cerro Los Halcones y desplegar allí sus fuerzas, al tiempo que despachaba un mensajero para informar de la situación al general San Martín.


Las fuerzas realistas, inferiores en número, estaban compuestas por el batallón Talavera, de soldados peninsulares, más otros dos provenientes principalmente de Chiloé y Valdivia. Inicialmente Maroto, consciente de la debilidad de sus tropas había conseguido que el gobernador apoyase la idea de retirarse al Maule y unir sus fuerzas a las de Concepción para presentar batalla a San Martín. Pero Marco del Pont cambio de opinión rápidamente y le ordeno impedir que los republicanos avanzaran sobre Santiago. El general realista escogió la cuesta de Chacabuco como una posición defensiva, esperando detener a los patriotas mientras llegaban los refuerzos desde el sur. Sin embargo, en un reconocimiento efectuado el día 12 Maroto noto que la cuesta estaba ocupada por los patriotas, incapaz de tomarla tuvo que escoger entre retroceder a Colina o defender las posiciones donde estaba su ejército, delante del cerro de Victoria, cerca de la Hacienda de Chacabuco. Optó por esto último, lo que permitió a San Martín poder rodearlo con sus fuerzas más numerosas.


Movimientos y desarrollo

El plan de San Martín era que O'Higgins atacara por el este, Soler por el oeste y San Martín de frente.Lllegada la baatalla O'Higgins se desespera al no recibir ordenes de San Martín y inicia el ataque, cuando San Martín se da cuenta de esto envía a un mensajero para que Soler comienze el ataque. No había tiempo hasta que Soler ataque y San Martín decide ir el por el frente junto a O'Higgins, hasta que luego una división de adelantados de Soler arribó produciéndose el envolvimiento completo del flanco izquierdo y de la espalda, y destrozando la retaguardia realista, consolidándose así una aplastante victoria a favor de los patriotas. La batalla concluyó a las 14:00 horas. El sorpresivo avance de Maroto cambiaba por completo el panorama. Ahora O'Higgins, sin ayuda de Soler, tendría que batirse con la totalidad de las fuerzas realistas o retroceder a una catástrofe segura. O'Higgins al no recibir respuesta ante esta situación a las 11:45 y contraviniendo las órdenes de San Martín de no comprometer fuego, aconsejado por Crámer, (ex oficial de Napoleón), ordenó a la infantería cargar a la bayoneta, organizando dos columnas de ataque, siguiendo el modelo napoleónico y lanzándolas sobre el ala derecha enemiga (Batallón Talavera) apoyada por la caballería del coronel José Matías Zapiola, pero los granaderos tropezaron con el profundo cauce de Las Margaritas, que no habían visto, no pudiendo pasar en formación de ataque y retrocedieron tras una andanada de fuego enemigo, sin sufrir muchas bajas, hasta el cerro de los Halcones, donde se reorganizaron. 


De nuevo O'Higgins y Cramer las lanzaron al asalto, dirigiendo ahora la caballería contra el flanco derecho y la infantería contra el centro. Un pelotón de caballería rompía la línea realista entre la extrema izquierda del Talavera y la derecha del grueso del batallón Chiloé, arrollando a los artilleros. La infantería ya casi vencedora, acudió en auxilio de la caballería. Zapiola, después de romper el cuadro formado por los talaveras, rebasó el ala derecha realista y una segunda carga sobre la infantería y la caballería enemigas produjo la dispersión. Los restos del ejército realista huyeron a la desbandada hacia las casas de Chacabuco distante a pocos kilómetros, y dejando en el campo la tercera parte de sus efectivos.En medio de la batalla San Martín llama a Osorio el General Realista para que saque a sus heridos de la batalla, dando así San Martín un ejemplo de hacer una campaña con el menor costo de sangre posible.

En veinticuatro días hemos hecho la campaña; pasamos la cordillera más elevada del globo, concluimos con los tiranos y dimos libertad a Chile. 


Parte de batalla de José de San Martín

Poco después de finalizar la batalla el general San Martín dirigió al Director Supremo argentino Juan Martín de Pueyrredón el parte oficial:
Excelentísimo Señor:
Una división de mil ochocientos hombres del ejército de Chile acaba de ser destrozada en los llanos de Chacabuco por el ejército de mi mando en la tarde de hoy. Seiscientos prisioneros entre ellos treinta oficiales, cuatrocientos cincuenta muertos y una bandera que tengo el honor de dirigir es el resultado de esta jornada feliz con más de mil fusiles y dos cañones. La premura del tiempo no me permite extenderme en detalles, que remitiré lo más breve que me sea posible: en el entretanto, debo decir a V. E., que no hay expresiones como ponderar la bravura de estas tropas: nuestra pérdida no alcanza a cien hombres. Estoy sumamente reconocido a la brillante conducta, valor y conocimientos de los señores brigadieres don Miguel Soler y don Bernardo O’Higgins. Dios guarde a V. E. muchos años. Cuartel general de Chacabuco en el campo de batalla, y febrero 13 de 1817.Excelentísimo supremo director del Estado. José de San Martín.
Los patriotas muertos fueron 12 y 120 heridos, mientras que los realistas sufrieron 500 muertos, quedando prisioneros 32 oficiales y 600 soldados. Fue capturada la bandera del Regimiento de Chiloé, junto con aproximadamente mil fusiles, dos piezas de artillería, seis espadas, 16 cajones de municiones, dos barriles de pólvora, cuatro fardos de vestuarios, una treintena de equipajes y la correspondencia. Sin embargo, San Martín cometió el error de no perseguir a los realistas vencidos, dando la oportunidad de reembarcar a 1.600 soldados al Perú que serían la base de la expedición de Mariano Osorio en año siguiente. De otro modo estiman varios historiadores Chacabuco hubiera sido la batalla decisiva de la independencia y la expedición al Perú no se hubiera atrasado tres años.

El 16 de febrero la victoria fue conocida en Mendoza y el 24 de febrero a las 9 horas llegó a Buenos Aires en un pliego enviado por cuenta del gobernador de Cuyo Toribio de Luzuriaga. El 26 de febrero el sargento mayor Manuel Escaladallegó a Buenos Aires conduciendo el parte oficial de San Martín y la bandera tomada a los realistas. Un día antes de la llegada de Escalada el director Pueyrredón -habiendose puesto en conocimiento de la victoria del ejército a través de Luzuriaga- le envió a San Martín la siguiente comunicación:
“¡Gloria al restaurador de Chile! Sí, mi amigo querido, la fortuna ha favorecido los heroicos esfuerzos de usted y la América nunca olvidará la valiente empresa de usted sobre Chile, venciendo a la naturaleza en sus mayores dificultades. Usted venció y yo me glorío con usted y lo abrazo con toda ternura de mi alma reconocida a sus servicios. Ayer ha sido un día de locura para este gran pueblo. No tengo tiempo para expresar a usted los términos con que se ha explicado el sentimiento de regocijo público por la victoria de Chacabuco, cuya noticia llegó a las nueve de la mañana por pliego despachado con Luzuriaga. Eran las once de la noche y aún se oía un ruido sordo de vivas en toda la ciudad. La fortaleza y seis buques de nuestra marina hicieron salva triple. Escalada que conduce los pliegos no ha llegado y me tiene su demora impaciente porque quiero imponerme de algunos pormenores de la acción. Lo que sé por Luzuriaga es que usted con dos escuadrones de granaderos tuvo que meterse entre las líneas enemigas. De esto infiero, o que la cosa estuvo apurada, o que no tuvo usted jefe de caballería de confianza, porque en todo otro caso yo acusaría a usted del riesgo en que se puso. Dígame usted con la franqueza que debe lo que hubo en esto; mientras yo quedo en el más grave cuidado con la noticia que también me da Luzuriaga, de que en resultas de la fatiga personal que usted tomó en la acción quedaba muy afligido de su pecho. Por Dios, cuídese usted, porque su vida y su salud interesan extraordinariamente al país y a sus amigos”.

Consecuencias

Condecoración otorgada al General San Martín por su victoria.
Fue tal la sensación que esta desgracia produjo entre las esparcidas tropas reales, que al día siguiente se abandonó la capital sin más pensamiento que el de acudir a Valparaíso, cada uno como podía, para embarcarse para Lima, aumentando el desorden y el espanto las familias que se precipitaban a ganar un buque porque se creían comprometidas. Consiguientemente el general Marcó del Pont, muchos jefes y oficiales, las principales autoridades y la mayor parte de la tropa cayeron en poder de los vencedores, quienes sin mas resistencia invadieron todo el país hasta las confines de la fiel provincia de Concepción de Penco. La imparcialidad exige confesar que la pronta organización de un ejército en Mendoza con las dificultades que ofrece el país, el plan de la invasión a Chile y su entendida ejecución recomiendan el mérito de San Martín ...General español Andrés García Camba

Reunida la asamblea bajo la presidencia del gobernador don Francisco Ruiz Tagle, elegido interinamente por el pueblo al tiempo de la fuga de Marcó del Pont, los concurrentes declararon por aclamación que a la voluntad unánime era nombrar a don José de San Martín gobernador de Chile con omnímoda facultad, y así lo hicieron constar en el acta que se levantó y todos firmaron ante escribano público. El general fiel a sus instrucciones y a su plan político, se negó a aceptar el mando que se le ofreció, y convocó por intermedio del Cabildo una nueva asamblea popular a que concurrieron 210 vecinos notables. 


El auditor del ejército de los Andes, Dr. Bernardo de Vera y Pintado, reiteró públicamente la renuncia de San Martín, y fue aclamado en el acto el general O’Higgins Director Supremo del Estado de Chile, declarando Vera que la elección era del agrado del General San Martín. El nuevo Director nombró por ministro del interior a don Miguel Zañartu, carácter entero y decidido partidario de la alianza chileno-argentina, y en el departamento de guerra y marina al teniente coronel don José Ignacio Zenteno, secretario de San Martín. Su primer acto de gobierno, el 17 de febrero de 1817, fue dirigirse al pueblo en una proclama con alusión honorífica al general San Martín.
  • "Ciudadanos: elevado por vuestra generosidad al mando supremo de que jamás pude considerarme digno es una de mis primeras obligaciones recordaros la mas sagrada que debe fijarse en vuestro corazón. Nuestros amigos los hijos de las Provincias del Río de la Plata de esa nación que ha proclamado su independencia como el fruto precioso de su constancia y patriotismo acaban de recuperaros la libertad usurpada por los tiranos. Estos han desaparecido cargados de su vergüenza al ímpetu primero de un ejército virtuoso y dirigido por la mano maestra de un general valiente experto y decidido á la muerte ó á la extinción de los usurpadores. La condición de Chile ha cambiado de semblante por la grande obra de un momento en que se disputan la preferencia el desinterés mérito de los libertadores y la admiración del triunfo. ¿Cuál deberá ser nuestra gratitud á este sacrificio imponderable y preparado con los últimos esfuerzos de los pueblos hermanos?. Vosotros quisisteis manifestarla depositando vuestra dirección en el héroe. ¡Oh! si las circunstancias que le impedían aceptar hubiesen podido concillarse con vuestros deseos yo me atrevería á jurar la felicidad permanente de Chile. Pero me cubro de rubor cuando habéis sustituido mi debilidad á la mano fuerte que os ha salvado. Instruíos de los antecedentes que vosotros mismos habéis formado para esta elección y os uniréis á mis sentimientos. Los de la unidad y concordia deben inflamar el espíritu de los Chilenos. Un olvido eterno de esas mezquinas personalidades que por sí solas son bastantes á hacer la ruina de los pueblos. Yo exijo de vosotros aquella confianza recíproca sin la cual el gobierno es la impotencia de la autoridad ó se ve forzado á degenerar en despotismo. No perder los laureles adquiridos con tantos sacrificios. Resolverse á no existir antes que dejarse oprimir otra vez del bárbaro español que perezca el último ciudadano en la defensa del precioso suelo en que vió la primera luz un reconocimiento eterno á sus libertadores un amor á la patria que sea el distintivo de todo Americano un zelo activo por la justicia y el honor un odio irreconciliable á los maquinadores de nuestra esclavitud hé aquí los sentimientos de vuestro director y los que han de hacer vuestro carácter si hemos de ser libres. Cooperad y seréis el ejemplo de la gratitud el terror de la tiranía y la envidia de la paz" Santiago, 17 de febrero de 1817. Bernardo O'HigginsMiguel Zañartú, Secretario.
Monumento a la Victoria de Chacabuco (12 de Febrero de 1817)

Gracias a la Batalla de Chacabuco, en la que los patriotas salieron victoriosos, pudieron recuperar a Chile y de ese modo finalizó el período de la Reconquista o Restauración y comenzó el período de la Patria Nueva.