San Martín de los Andes

Autor: Felipe Pigna


Para los que tuvimos la suerte de conocer nuestra hermosa provincia de Mendoza y acercarnos al pie de una de las cordilleras más altas del mundo, la frase “San Martín cruzó los Andes” dejó de ser un versito escolar. Enternece y conmueve pensar en aquellos hombres mal vestidos, mal montados, mal alimentados, pero con todo lo demás muy bien provisto como para encarar semejante hazaña. Y detrás y delante de ellos, un hombre que no dormía pensando en complicarle la vida al enemigo y hacer justicia con la memoria de los que lo habían intentado antes que él.
No lo ganaba la soberbia. Podía confesarle a sus mejores amigos: “lo que no me deja dormir no es la oposición que puedan hacerme los enemigos, sino el atravesar estos inmensos montes”.
Había que pensar en todo, en la forma de conservar la comida fresca, sana, proteica y calórica. Entre los aportes del pueblo cuyano, no faltó la sabiduría gastronómica expresada en una preparación llamada “charquicán”, un alimento hecho a base de carne secada al sol, tostada y molida, y condimentada con grasa y ají picante. Bien pisado, el charquicán se transportaba en mochilas que alcanzaban para ocho días. Se preparaba agregándole agua caliente y harina de maíz.



Ante la falta de cantimploras, utilizó los cuernos vacunos para fabricar “chifles”, que resultaron indispensables para la supervivencia en el cruce de la cordillera.
Pocos meses antes de iniciar una de las epopeyas más heroicas que recuerde la historia militar de la humanidad, San Martín impone a sus soldados y oficiales del Código de Honor del Ejército de los Andes, que entre cosas sentenciaba: “La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares. Las penas aquí establecidas y las que se dictasen según la ley serán aplicadas irremisiblemente: sea honrado el que no quiera sufrirlas: la Patria no es abrigadora de crímenes.” 1
A pesar de las enormes dificultades, aquel ejército popular pudo partir hacia Chile a mediados de enero de 1817. Allí iban el pobrerío armado y los esclavos liberados, todos con la misma ilusión.

El médico de la expedición fue James Paroissien, un inglés de ideas liberales radicado en Buenos Aires desde 1803 y que había acriollado su nombre, convirtiéndolo en Diego. Cuando estalló la Revolución, Paroissien ofreció sus servicios al nuevo gobierno y fue designado cirujano en el Ejército Auxiliar del Alto Perú. En 1812 se hizo ciudadano de las Provincias Unidas y el Triunvirato le encargó la jefatura de la fábrica de pólvora de Córdoba. Allí San Martín lo invitó a sumarse a sus planes y Paroissien fue el cirujano mayor del Ejército de los Andes.
A poco de emprender la marcha, San Martín daba cuenta de lo precario del aprovisionamiento de aquel ejército: “Si no puedo reunir las mulas que necesito me voy a pie… sólo los artículos que me faltan son los que me hacen demorar este tiempo. Es menester hacer el último esfuerzo en Chile, pues si ésta la perdemos todo se lo lleva el diablo. El tiempo me falta para todo, el dinero ídem, la salud mala, pero así vamos tirando hasta la tremenda.” 2
San Martín había ordenado que dos divisiones, una al mando del general Miguel Estanislao Soler y la otra dirigida por Bernardo O’Higgins, cruzaran por el paso de Los Patos. Una tercera, bajo las órdenes de Juan Gregorio de Las Heras, debía ir por el paso de Uspallata con la artillería. Otra división ligera, al mando de Juan Manuel Cabot, lo haría desde San Juan por el portezuelo de la Ramada, con el objetivo de tomar la ciudad chilena de Coquimbo. Otra compañía ligera cruzaría desde La Rioja por el paso de Vinchina para ocupar Copiapó. Finalmente, el capitán Ramón Freyre entraría por el Planchón para apoyar a las guerrillas chilenas.
En total eran 5.200 hombres. Llevaban 10.000 mulas, 1.600 caballos, 600 vacas, apenas 900 tiros de fusil y carabina; 2.000 balas de cañón, 2.000 de metralla y 600 granadas.
En varios tramos del cruce, San Martín debió ser trasladado en camilla a causa de sus padecimientos. Su salud era bastante precaria. Padecía de problemas pulmonares –producto de una herida sufrida en 1801 durante una batalla en España–, reuma y úlcera estomacal. A pesar de sus “achaques” siempre estaba dispuesto para la lucha y así se lo hacía saber a sus compañeros: “Estoy bien convencido del honor y patriotismo que adorna a todo oficial del Ejército de los Andes; y como compañero me tomo la libertad de recordarles que de la íntima unión de nuestros sentimientos pende la libertad de la América del Sur. A todos es conocido el estado deplorable de mi salud, pero siempre estaré dispuesto a ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquier situación en que me halle, a mi patria y a mis compañeros.”
Los hombres del ejército libertador tuvieron que soportar grandes cambios de clima. La sensación térmica se agudiza con la altura. De día el sol es muy fuerte y se llega a temperaturas de más de 30 grados; durante la noche, el viento helado, con mínimas de 10 grados bajo cero, puede llevar al congelamiento. Durante la travesía, la altura promedio fue de 3.000 metros, lo que provocó en muchos hombres fuertes dolores de cabeza, vómitos, fatiga e irritación pulmonar.
La orden era que todas las divisiones se reunieran del otro lado de la cordillera entre los días 6 y 8 de febrero de 1817. Con una sincronización matemática, el 8 de febrero por la tarde, en medio de festejos y gritos de “viva la patria” los dos principales contingentes se reunieron del otro lado y fueron liberadas las dos primeras ciudades chilenas: San Antonio y Santa Rosa. Se pudo establecer una zona liberada, base de operaciones desde donde el ejército libertador lanzará el fulminante ataque sobre Chacabuco, el 12 de febrero de 1817.
Sobre el campo de batalla quedaron quinientos españoles muertos. Las fuerzas patriotas sólo tuvieron doce bajas y veinte heridos. Fueron capturados seiscientos prisioneros y centenares de fusiles pasaron a engrosar el parque del ejército libertador.
Cuando San Martín entró en Santiago se enteró de que el gobernador español, Marcó del Pont, había logrado huir. De inmediato le ordenó a uno de sus hombres de confianza, el fraile-capitán José Félix Aldao, que corriera a capturarlo. Era fundamental evitar que Marcó se embarcara hacia Lima.
En la noche del 15 de febrero, Aldao supo por sus informantes que el gobernador prófugo y su comitiva se encontraban cerca de Concepción. Llegó hasta su refugio, lo capturó y lo trasladó detenido hasta la comandancia del ejército libertador. De allí fue enviado a Mendoza y luego a Luján, donde Marcó del Pont morirá el 11 de mayo de 1819.
En su correspondencia San Martín dejó un crudo testimonio del carácter salvaje y genocida de la guerra que hacían los ejércitos españoles contra los americanos. En una carta a lord Macduff, San Martín expresaba: “¡Qué sentimiento de dolor, mi querido amigo, debe despertar en vuestro pecho el destino de estas bellas regiones! Parecería que los españoles estuvieran empecinados en convertirlas en un desierto, tal es el carácter de la guerra que hacen. Ni edades ni sexos escapan al patíbulo.” 3
Al conde de Castlereagh le dice: “Es sabida la conducta que los españoles han guardado con sus colonias: sabido es igual el género de guerra que han adoptado para volverlas a subyugar. Al siglo de la ilustración, cultura y filantropía, estaba reservado el ser testigo de los horrores cometidos por los españoles en la apacible América. Horrores que la humanidad se estremece al considerarlos, y que se emplea con los americanos que tenemos el gran crimen de sostener los derechos de la voluntad general de sus habitantes: en retribución de tal conducta los hijos de este suelo han empleado los medios opuestos.” 4
Con aquellos “medios opuestos” y “el gran crimen de sostener los derechos de la voluntad general”, el Ejército de los Andes, engrosado por los patriotas chilenos, pudo ocupar Santiago. Allí, el 18 de febrero de 1818 se convocó a un Cabildo Abierto que designó a San Martín director supremo. El general argentino rechazó el ofrecimiento y propuso al patriota chileno Bernardo de O’Higgins para ocupar el cargo.
O’Higgins aceptó y a poco de asumir envió esta nota al gobierno de los Estados Unidos, al zar de Rusia y a diversas cortes europeas: “Después de haber sido restaurado el hermoso reino de Chile por las armas de las Provincias Unidas del Río de la Plata, bajo las órdenes del general San Martín, y elevado como he sido por la voluntad de mi pueblo, a la Suprema Dirección del estado, es mi deber anunciar al mundo un nuevo asilo, en estos países, a la industria, a la amistad y a los ciudadanos de todas las naciones del globo. La sabiduría y recursos de la Nación Argentina limítrofe, decidida por nuestra emancipación, dan lugar a un porvenir próspero y feliz en estas regiones.”
El 19 de marzo de 1818 las fuerzas patriotas sufrieron su primera y única derrota, la de Cancha Rayada. Pero el general Las Heras logró salvar parte de las tropas y así purdo reorganizarse un ejército de 5.000 hombres. Los patriotas clamaban por la revancha que llegaría a los pocos días, el 5 de abril, al derrotar definitivamente a las fuerzas enemigas en Maipú.
La victoria fue total y América empezaba a respirar otro aire mientras los tiranos comenzaban a asfixiarse, como lo demuestra este informe del virrey de Nueva Granada: 5 “La fatal derrota que en Maipú han sufrido las tropas del Rey pone a toda la parte sur del continente en consternación y peligro”.
El diario The Times de Londres, al informar sobre la victoria de los criollos en Maipú, se preguntaba “¿Quién es capaz ahora de detener el impulso de la revolución en América?”.
Como bien dice José Luis Busaniche, el triunfo de Maipú entusiasmó a Simón Bolívar y le dio nuevos ánimos para proseguir su campaña: “Bolívar está en un rincón del Orinoco donde la independencia es apenas una esperanza. En agosto llegan algunos diarios ingleses que anuncian la victoria de San Martín en Maipú. Y entonces concibe un proyecto semejante al del paso de los Andes por el héroe del sur: el paso de los Andes venezolanos, remontando el Orinoco, para caer sobre los españoles en Bogotá y seguir si le es posible hasta el Perú, baluarte realista de América. Bolívar escribe al coronel Justo Briceño: ‘Las gacetas inglesas contienen los detalles de la célebre jornada del 5 de abril en las inmediaciones de Santiago. Los españoles, invadidos poderosamente por el sur, deben necesariamente concentrarse y dejar descubiertas las entradas y avenidas del reino en todas direcciones. Estimo, pues, segura la expedición libertadora de la Nueva Granada. El día de América ha llegado’.” 6
A pesar de semejante gloria y las notables repercusiones, los protagonistas del triunfo seguían sus vidas con la misma sencillez. Cuenta Mitre que después de Maipú, el general Antonio González Balcarce fue al Tedeumcon camisa prestada y concluye: “¡Grandes tiempos aquellos en que los generales victoriosos no tenían ni camisa!”. 7
Pocos días después de Maipú, San Martín volvió a cruzar la cordillera rumbo a Buenos Aires para solicitar ayuda al Directorio para la última etapa de su campaña libertadora: el ataque marítimo contra el bastión realista de Lima. Obtuvo la promesa de 500.000 pesos, de los que sólo llegarán efectivamente 300.000, ya que como admitía el director supremo Pueyrredón: “Aquí no se conoce que hay revolución ni guerra, y si no fuera por el medio millón que estoy sacando para mandar a ese país, ni los godos se acordarían de Fernando”. 8
Al regresar a Chile, San Martín se enteró de que los triunfos de Las Heras en Curapaligüe y Gavilán no habían logrado evitar que los españoles recibieran desde Lima 3.000 hombres de refuerzo, desembarcados en el puerto de Talcahuano. La guerra contra los realistas proseguiría en el sur de Chile por varios años.
Con la ayuda financiera del gobierno chileno, San Martín armó una escuadra que quedará al mando del marino escocés lord Thomas Cochrane. Cuando se disponía a embarcar a sus tropas para iniciar la campaña al Perú, el Libertador recibió la orden del Directorio de marchar con su ejército contra el Litoral, para combatir a los federales de Santa Fe y Entre Ríos. San Martín se negó a reprimir a sus compatriotas, desobedeció e inició la expedición contra los españoles de Lima.

Referencias:
1 Arturo Capdevila, El pensamiento vivo de San MartínBuenos Aires, Losada, 1945.
2 Carta a Guido del 15 de diciembre de 1816.
3 Carta de San Martín a Lord Macduff, del 9 de septiembre de 1817.
4 Carta de San Martín al conde de Castlereagh, del 11 de abril de 1818.
5 El virreinato de Nueva Granada incluía las actuales repúblicas de Colombia y Venezuela.
6 Busaniche, San Martín Vivo, Buenos Aires, Eudeba, 1962
7 Bartolomé Mitre, Historia de San Martín, Buenos Aires, Eudeba, 1971.
8 Carta de Pueyrredón a Guido fechada el 16 de julio de 1818, en Carlos Guido y Spano, Vindicación histórica. Papeles del brigadier general Guido1817-1820, Buenos Aires, Carlos Casavalle editor, 1882.
Fuente: www.elhistoriador.com.ar

Juan en el país de la memoria

Ensayo. Un poeta joven traza un perfil nada complaciente del vínculo de Gelman con el presente y hace una lectura generacional de su legado.

POR MARTÍN RODRÍGUEZ





Sin embargo pertenezco a una generación que no lee, ni leyó, ni leerá a Juan Gelman. ¿Por qué? Porque no lo necesitaron. Porque se puede hacer literatura sin leer a Gelman. Porque su obra les puede parecer blanda, tierna, mística, autorreferencial (todas cosas mal vistas) o porque contiene las torpezas políticas de cuando su fe en la revolución fue ciega. Y cuando no lo fue, abundó la capa de dolor personal por las desgracias que la historia había producido en él. Gelman “estaba ahí”, tan a mano, y a la vez, tan lejos.
Pertenezco a una generación que prefirió a otros: a Juana Bignozzi, a Leónidas Lambroghini, a Néstor Perlongher, a Joaquín Giannuzzi, a Alejandra Pizarnik. Y a una lista en la que cada tanto se van agregando nuevas (viejas) voces, como la de Héctor Viel Temperley. Gelman está en el centro de la experiencia histórica de los años 70. Es la poesía antes de Auschwitz, durante Auschwitz, después de Auschwitz, pero que cualquier lectura de toda su obra se hace con todo el Auschwitz encima. Gelman logró lo contrario que muchos: no fue capturado por la historia, sino al revés. El capturó la historia. Poesía de buenos y malos, modulación de una conciencia. Todos sus contemporáneos hicieron una historia a mayor o menor distancia del centro-Gelman. Fue un joven comunista en los años 60, un maduro montonero en los años 70, un escritor exiliado, un padre de desaparecido, y luego, de un modo definitivo, se consagró al periodismo -que ya había ejercido- como última identidad de su ejercicio político. Todo eso conformó una personalidad pública con centro en la palabra “memoria” que ayudó a cuajar una “cima ética” por afuera tanto de la calidad literaria como de la crítica política, porque, como lo prueba la entrevista que le hizo Roberto Mero y que salió publicada a principios de los años 80, Gelman fue un precoz en el ejercicio de la autocrítica política tras la derrota. Y sin embargo: ¿quién va a sacar a Gelman de la historia de la poesía? ¿Se puede separar a Gelman en partes? ¿Decir: acá el poeta, más allá la política? Algo de eso intentó Rodolfo Fogwill, para quien Gelman fue el gran poeta nacional, a la vez que un equivocado político. Fogwill no pudo contagiar Gelman sobre ninguno de sus jóvenes escritores apadrinados. Y quizá porque para muchos de ellos la ecuación era exactamente al revés: Gelman fue un equivocado escritor, pero un político acertado. Eso quizá piensan Sergio Raimondi o Martín Gambarotta. No lo sé.

Pertenezco a una generación que no lee, ni leyó, ni leerá a Juan Gelman. No obstante, hace años que tampoco lo leo, pero lo leí, lo leí como un enfermo, lo leí todo, y asumo que fue una influencia decisiva. Hay poetas que escriben con todos sus libros un gran libro, como es el caso de Juan L. Ortiz o Francisco Madariaga. Un libro-río que es su obra. Pero hay poetas a los que se les podría eludir toda la obra y leerlos en un solo libro, y que en ese solo libro pueda caber la densidad entera de su obra, un estado de perfección que (en Gelman) era inédito. Porque era un poeta molesto de leer, mañero, sentimental, piadoso, ay, lo terminabas de leer goteando culpa, hasta que más o menos se hacían previsibles sus formas, las rupturas de la sintaxis. En Gelman ese libro es Salarios del impío , que tiene una economía y un tono al que no volvió más. Guardo ese libro, guardo el olor de ese libro, ya que fue la única vez en mi vida que fui a la Feria del Libro con mi viejo. Una tarde del año 1994 (año en que el libro fue editado, ¿o en 1993?). No fomento su lectura porque no sabría cómo hacerlo, cómo evitar que un joven en su iniciación pueda salvarse de la fatal influencia en la dicción que solía provocar. Porque un gran poeta es un insecticida: contagia y entrega racimos de malos poetas. Probablemente la inquietud histórica, política y literaria de un joven que quiera abordar esos años pase por otras lecturas. Hoy, cuando tantos escritores y poetas son políticos, resulta curioso su rechazo, o la indiferencia. Hay algo en esa consagración, en esa valoración ética que se antepone a la simple lectura de los libros, en esa zona de privilegio y “autoridad” que da el dolor en este país, que lo alejó de la micropolítica literaria donde se cuecen habas. En fin. Salud, compañero Gelman, larga vida tuvo tu estado de “oficialidad”: el viejo oficial montonero que al final reencuentra a su nieta perdida en las mazmorras de la guerra cruzando el Río de la Plata, poeta oficial del país de la memoria.


Martín Rodríguez es poeta, periodista y crítico cultural. Nació en 1978. Algunos de sus libros son “Agua negra” (Siesta), “Lampiño” (Siesta) y “Maternidad Sardá” (Vox).

La caligrafía, una habilidad en extinción

 Por Guillermo Jaim Etcheverry 
  Doctor en Medicina


Como lo advierte Guillermo Jaim Etcheverry, si bien ya resulta claro que “las computadoras son un apéndice de nuestro ser, hay que advertir que favorecen un pensamiento binario, mientras que la escritura a mano es rica, diversa, individual, y nos diferencia a unos de otros”. Por su parte, para Umberto Eco, que interviene activamente en este debate, la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, requisito que la computadora no sugiere. En todo caso, la resistencia que ofrecen la pluma y el papel impone una lentitud reflexiva. ¡Bienvenidos sean entonces nuestros mensajes manuscritos!



Jaim Echeverry: "Habría que educar a los niños desde la infancia en comprender que la escritura
responde a su voz interior y representa un ejercicio irrenunciable. ...un lenguaje del alma que hace únicas a las personas.
¿Cuánto hace que no experimentamos el placer de recibir una carta manuscrita en letra cursiva? La caligrafía es una habilidad humana en rápida extinción, porque ya casi no se enseña en las escuelas. Cuando se emplea una lapicera, en general se lo hace para escribir con letra de imprenta. Stefano Bartezzaghi y María Novella de Luca, periodistas italianos interesados en el tema, se preguntan si la preocupación por el ocaso de la escritura cursiva responde a la nostalgia o constituye una emergencia cultural. Muchos expertos se inclinan por la última alternativa.




En Inglaterra se vuelve a usar la estilográfica para que los estudiantes aprendan la grafía. En Francia también se considera que no se debe prescindir de esa habilidad, pero allí el problema reside en que ya no la dominan ni los maestros. Aunque el mundo adulto no está aún preparado para recibir las nuevas inteligencias de los niños producto de la tecnología, la pérdida de la habilidad de la escritura cursiva explica trastornos del aprendizaje que advierten los maestros e inciden en el desempeño escolar.

En la escritura cursiva, el hecho de que las letras estén unidas una a la otra por trazos permite que el pensamiento fluya con armonía de la mente a la hoja de papel. Al ligar las letras con la línea, quien escribe vincula los pensamientos traduciéndolos en palabras. Por su parte, el escribir en letra de imprenta, alternativa que se ha ido imponiendo, implica escindir lo que se piensa en letras, desguazarlo, anular el tiempo de la frase, interrumpir su ritmo y su respiración.

Si bien ya resulta claro que las computadoras son un apéndice de nuestro ser, hay que advertir que favorecen un pensamiento binario, mientras que la escritura a mano es rica, diversa, individual, y nos diferencia a unos de otros.



Habría que educar a los niños desde la infancia en comprender que la escritura responde a su voz interior y representa un ejercicio irrenunciable. Es ilógico suponer que la tendencia actual se revertirá, pero al menos los sistemas de escritura deberían convivir, precisamente por esa calidad que tiene la grafía de ser un lenguaje del alma que hace únicas a las personas. Su abandono convierte al mensaje en frío, casi descarnado, en oposición a la escritura cursiva, que es vehículo y fuente de emociones al revelar la personalidad, el estado de ánimo. Posiblemente sea esto lo que los jóvenes temen, y optan por esconderse en la homogeneización que posibilita el recurrir a la letra de imprenta.

Porque, como lo destaca Umberto Eco, que interviene activamente en este debate, la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, requisito que la computadora no sugiere. En todo caso, la resistencia que ofrecen la pluma y el papel impone una lentitud reflexiva. Muchos escritores, habituados a escribir en un teclado, desearían a veces volver a realizar incisiones en una tableta de arcilla, como los sumerios, para poder pensar con calma. Eco propone que, así como en la era del avión se siguen tripulando barcos a vela, sería auspicioso que los niños aprendieran caligrafía, para educarse en lo bello y para facilitar su desarrollo psicomotor.


Como en tantos otros aspectos de la sociedad actual, surge aquí la centralidad del tiempo. Un artículo reciente en la revista Time, titulado "Duelo por la muerte de la escritura a mano", señala que es ése un arte perdido, ya que, aunque los chicos lo aprenden con placer porque lo consideran un rito de pasaje, "nuestro objetivo es expresar el pensamiento lo más rápidamente posible. Hemos abandonado la belleza por la velocidad, la artesanía por la eficiencia. Y, sí -admite su autora, Claire Suddath-, tal vez seamos algo más perezosos. La escritura cursiva parece condenada a seguir el camino del latín: dentro de un tiempo, no la podremos leer". Abriendo una tímida ventana a la individualidad, aún firmamos a mano. Por poco tiempo




(*) Guillermo Jaim Etcheverry completó sus estudios de medicina con Diploma de Honor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. En esa institución obtuvo el título de Doctor en Medicina en 1972, habiendo merecido su tesis de doctorado el premio Facultad de Medicina a la mejor Tesis en Ciencias Básicas. Dedicado en forma exclusiva a la docencia y la investigación en el campo de la neurobiología, fue becario de iniciación y de perfeccionamiento del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), institución en la que actualmente se desempeña como Investigador Principal en su Carrera del Investigador Científico. Ocupó todas las posiciones docentes en el Departamento de Biología Celular e Histología de la Facultad de Medicina (UBA) en el que actualmente es profesor titular. Entre los años 1986 y 1990 fue decano de esa Facultad. Realizó estudios de posgrado en Basilea, Suiza y, entre otras distinciones, obtuvo la beca de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation que le permitió trabajar en el Salk Institute de La Jolla, California durante 1978.Es editor de numerosas publicaciones nacionales e internacionales. En 1999 publicó el libro titulado “La tragedia educativa” que recibió el premio al mejor libro de educación del año otorgado por las X Jornadas Internacionales de Educación. Es miembro correspondiente de la Academia Ciencias Médicas de Córdoba y miembro de número de la Academia Nacional de Educación y de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación.
En 2001 recibió el premio “Maestro de la Medicina Argentina”.En 2004 fue designado Miembro honorario de la American Academy of Arts and Sciences de los Estados Unidos.
En 2000 fue elegido rector de la Universidad de Buenos Aires.
Miembro de número de la Academia de Educación y de la Academia de Artes y Ciencias de la Comunicación. En 2002 fue elegido rector de la Universidad de Buenos Aires.
Se interesa por el análisis de la significación social de la educación así como por la problemática universitaria. 


Enseñanzas de la derrota de Monsanto en Córdoba

Por Raúl Zibechi


Las multinacionales sólo pueden ser derrotadas si existe un potente movimiento de la sociedad, apoyado por una porción significativa de la población. Un tribunal provincial de Córdoba dictaminó que Monsanto debe detener la construcción de la planta de tratamiento de semillas de maíz transgénico ubicada en Malvinas Argentinas, dando a lugar a un recurso de amparo presentado por los vecinos de la zona que acampan desde hace tres meses en las puertas de la obra.
 
La movilización fue impulsada por pequeños grupos, Madres de Ituzaingó, la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida y vecinos autoconvocados, entre otros, y tuvo la virtud de sostenerse en el tiempo pese a las amenazas del gobierno provincial y del sindicato de la construcción. La población de Malvinas Argentinas simpatiza y apoya la resistencia, lo que llevó a la justicia a tomar la resolución de paralizar las obras el pasado 9 de enero.


 
Siempre son grupos pequeños los que toman la iniciativa, sin tener en cuenta la “correlación de fuerzas” sino la justicia de sus acciones. Luego, a veces mucho más tarde, el Estado termina por reconocer que los críticos llevan la razón. Más tarde, los que fueron criminalizados suelen ser considerados héroes incluso por quienes los reprimieron. El punto crucial, a mi modo de ver, es el cambio cultural, la difusión de nuevos modos de ver el mundo, como lo enseña la historia de las luchas sociales.
 
Mucho antes de que cayeran las leyes segregacionistas en los Estados Unidos, la discriminación fue derrotada en los hechos. El 1 de diciembre de 1955 una mujer común, Rosa Parks, se negó a sentarse en el autobús en los asientos para negros y lo hizo en los reservados para blancos. Fue arrestada por violar la ley en Montgomery, estado de Alabama. Decenas de personas siguieron su ejemplo, y otras decenas la precedieron. Su acción de desobediencia impactó porque fue seguida por muchos.


 
Franklin McCain, un activista negro de 73 años de Carolina del Norte, en 1960 se sentó con tres amigos en la barra de una cafetería de la cadena Woolworth en la ciudad de Greensboro. Era un sitio exclusivo para blancos. Pidieron café y esperaron todo el día pero no les sirvieron. Al día siguiente regresaron pese a los insultos de los blancos y las amenazas de los policías. El fin de semana ya eran cientos y la protesta se extendió a decenas ciudades. La cadena Woolworth se vio obligada a permitir el ingreso de negros. Recién entre 1964 y 1965 el Estado se vio forzado a eliminar las leyes de discriminación racial, cuando había un gobierno que con los parámetros actuales –y teniendo en cuenta que se trata de los Estados Unidos- llamaríamos “progresista”.
 
Creo que esta es una de las enseñanzas más importantes que nos deja la victoria de la población de Malvinas Argentinas contra Monsanto. Debemos hacer cosas lo más inteligentes y lúcidas posibles, pero sobre todo acciones realizadas y sentidas por la gente común, acciones sencillas, pacíficas, capaces de desnudar los problemas que nos afligen, como sentarse en el lugar que uno quiere en el autobús, y no en el que te obligan, o acampar frente a una de las más poderosas multinacionales.
 

Lo que sigue, ya no depende de nosotros. Que una parte significativa de la población esté de acuerdo y acompañe, que llegue a participar de algún modo en la protesta, depende de factores que nadie controla y para los cuales no hay recetas ni tácticas preestablecidas. Desde el punto de vista del movimiento social y de los cambios necesarios, no podremos derrotar el extractivismo reclamando leyes al Estado. Las leyes vendrán cuando el modelo haya sido derrotado cultural y políticamente.
 
Es cierto que los gobiernos de la región, más allá de su orientación concreta en cada país, se apoyan en el extractivismo. Pero es la gente común organizada a la que nos corresponde derrotarlo, con miles de pequeñas acciones, como las que desarrollaron las Madres de Ituzaingó y ahora los acampantes en Malvinas Argentinas.


 
- Raúl Zibechi, periodista uruguayo, escribe en Brecha y La Jornada y es colaborador de ALAI. 

"Lágrimas de la Revolución"

La sexualidad femenina en los albores de la Revolución de Mayo

"Lágrimas de la Revolución", su última novela, tiene como escenario la Contrarevolución de 1810 liderada por Liniers en Córdoba. 




El relanzamiento del género histórico romántico fue obra de otra cordobesa, Florencia Bonelli, que lo aggiornó aportando a las historias una buena dosis de aventura, erotismo y una detallada investigación de época. Sus libros encabezan todos los rankings de ventas y se tradujeron a varios idiomas. Bonelli abrió camino para otras cordobesas como Viviana Ribero y Graciela Ramos, que también agotan las ediciones de sus libros rápidamente.

En su segunda novela, Lágrimas de la Revolución (Suma de letras, 2013), Ramos elige contar cómo las luchas revolucionarias cambian la vida de sus dos protagonistas extranjeros. Se destacan sus personajes secundarios, esclavos negros, indios y prostitutas, que aportan detalles minuciosos sobre las costumbres de la época. “Las lectoras son el motor de mi lápiz –cuenta Graciela Ramos–. Me acompañan en mis presentaciones y me escriben para contarme qué les sucedió con el libro. Mientras están leyendo la novela, algunas me mandan mensajes privados a mi página de Facebook para saber qué va a suceder con un personaje, o para comentarme sobre las escenas eróticas de la historia”. La cercanía entre las escritoras y sus lectoras es un fenómeno propio del género, y suele manifestarse en cada Feria del libro. El público hace largas colas para participar de los eventos encabezados las autoras y ellas, a su vez, conocen a cada una de sus lectoras.



-¿Por qué la novela ocurre en los albores de la Revolución de Mayo?
-Un día, mientras estaba ayudando a mis hijos a preparar el acto del 25 de Mayo, me di cuenta de que en Córdoba también sucedieron eventos importantes y en el colegio sólo se habla de lo que pasó en Buenos Aires. Entonces decidí narrar cómo se gestó la contrarevolución en Córdoba, y elegí relatar los hechos desde la mirada de dos jóvenes extranjeros que no pertenecen a ninguno de los dos bandos.

-¿Sus protagonistas quedan a merced de las guerras revolucionarias?
-Yo quería retratar cómo los grandes cambios en la historia influyeron en la vida de la gente que no estaba involucrada directamente en la lucha. Cuando los revolucionarios llegaron a Córdoba, lo primero que hicieron fue asesinar a Liniers y a otros líderes que apoyaban al Virrey, y luego apropiarse de las haciendas y casas de las familias españolas. Muchas mujeres enviudaron repentinamente y tuvieron que sobrevivir como pudieron en medio de la guerra.

-¿Dónde encontró información sobre la vida de las prostitutas y las adicciones en el período colonial?
-Pude acceder a bibliotecas académicas que tenían muchos datos cotidianos sobre esa época. En muchos manuscritos se describían las comidas que se cocinaban, cómo se vestían las mujeres y cuáles eran sus costumbres amorosas. El desafío más importante fue encontrar documentos sobre el alcoholismo, la prostitución y el trato que recibían los niños con Síndrome de Down en ese período. Para mí fue muy interesante, porque siempre me apasionó la historia. Me paso horas investigando un tema y cuando escribo recorro todos los lugares donde transcurre la novela.



-Las prostitutas y los esclavos aparecen en su libro.
-En la historia distingo dos tipos de prostitución: Desire es un personaje que elige esa profesión, mientras que las putas de los soldados estaban obligadas a marchar con el ejército. Ellas cumplían funciones: eran cocineras, amantes y hasta soldados en la batalla. También quise rescatar las pésimas condiciones en las que vivían los negros luego de haber sido emancipados. El ejército los reclutaba aunque fueran hombres libres.

-Se destacan con detalle las escenas eróticas...
-Me propuse relatar cómo vivían la sexualidad las mujeres de esa época. En la novela describo dos vínculos muy diferentes. Uno es la relación amorosa que tienen Rosarito y Valentino. Y el otro es el casamiento arreglado por la madre de la protagonista, que vive sometida por su marido.

Arqueólogos, ambientalistas e indígenas denuncian al Rally Dakar


Arqueólogos, ambientalistas e indígenas han levantado su voz de protesta contra el Rally Dakar, que este lunes llegó a Chile, por el daño que los vehículos pueden causar al patrimonio arqueológico y al entorno de comunidades indígenas, denuncias que el gobierno chileno rechaza.
"A partir del año 2009 en adelante tenemos noticias sobre sitios destruidos debido al paso de los vehículos que compiten en el Dakar. Se han destruido geoglifos (figuras dibujadas con piedras en laderas de cerros), y se registraron huellas de autos en el camino del inca en el 2013", dijo a la AFP Paola González, vicepresidenta del Colegio de Arqueólogos.
"Estas acusaciones datan de 2011 y no ha sido probado que (las degradaciones a las que aluden los arqueólogos) hayan sido provocadas por el Dakar", señaló por su lado a la AFP el ministro de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle Correa, desde Calama (norte), donde recibió la llegada del Dakar a Chile.

Un informe del 2013 del estatal Consejo de Monumentos Nacionales detectó al menos 12 sitios arqueológicos dañados por el Dakar en la pasada edición.
El Colegio de Arqueólogos de Chile, por su parte, denunció que más de 200 sitios arqueológicos han sufrido daños durante las seis versiones del Dakar que han pasado por Chile, como Punta Teatinos -donde se encuentran vestigios de un antiguo pueblo de pescadores- o sitios de la etnia aymará en San Pedro de Atacama.
Con el fin de evitar que la versión 2014 del Dakar cause nuevos daños, el Colegio de Arqueólogos presentó el jueves un recurso de protección ante la justicia chilena, al que se sumó el grupo ecologistas Fundación Patrimonio Nuestro, y la Mesa Ejecutiva de Pueblos Originarios Unidos (POU).

El recurso, presentado ante la Corte de Apelaciones de Santiago, solicita como "medida inmediata" obligar a las más de 400 motos, autos, camiones y cuadriciclos que compiten a transitar por caminos ya establecidos, y evitar daños a sitios considerados sagrados por los pueblos de la etnia aymará que viven en la zona.
"Ha habido daños a nuestro patrimonio que tiene un valor profundo y religioso para nosotros, construidos por nuestros ancestros, (sitios) de poder como cementerios indígenas, caminos", declaró a la AFP Ariel León, miembro de la Mesa Ejecutiva de Pueblos Originarios Unidos (POU).
"Sufrimos una destrucción progresiva por el Dakar", agregó el representante indígena.
Los arqueólogos denuncian daños a distintos vestigios, como geoglifos, siluetas de animales u otros motivos dibujadas en las laderas de las montañas del altiplano con piedras de tonos oscuros sobre arena de tonos más claros, que destacan desde la lejanía como si fueran murales gigantescos.

Pero además del patrimonio antiguo, los indígenas que actualmente habitan la zona criticaron que la organización de la competencia no les haya consultado la opinión de sus comunidades sobre el recorrido de la carrera.
"Nosotros hemos vivido una excesiva invasión en nuestro entorno, porque no solamente se destruye patrimonio: los autos también pasan por donde existen plantas medicinales y endémicas", sostuvo León.
El ministro de Deportes aseguró a la AFP que varias administraciones "trabajaron con los organizadores (ASO/Amaury Sport Organisation) para preparar el recorrido (de este año) y definieron los lugares por dónde el rally no podía pasar".
León confía en que la justicia chilena se pronuncie a favor de los derechos de los indígenas, como lo hizo con el millonario proyecto minero Pascua Lama, cuya construcción está paralizada por orden judicial luego que comunidades indígenas lo denunciaran por daño ambiental.
"Si proyectos mineros que involucran millones de dólares han sido detenidos, no entendemos por qué en el caso del Dakar no se vaya a poder cambiar sustancialmente las condiciones de su aprobación", aseveró León.

La Corte Suprema de Chile propinó el viernes un duro revés a esta causa al rechazar otro recurso de protección presentado por el Colegio de Arqueólogos en junio de 2013 que buscaba prohibir que el rally pase por el país este año, alegando su falta de "legitimación activa" para interponer un recurso en esta materia.
El gobierno chileno y la organización de la competencia lanzaron una campaña para reducir los daños en vestigios arqueológicos, declarada insuficiente por el Colegio de Arqueólogos.

Según Ruiz-Tagle, el Dakar genera "un interés cada vez más grande en Chile", tanto en el plano deportivo, como en el económico con el ingreso de "45 millones de dólares" en las regiones por donde pasa, además de la exposición internacional que la carrera otorga al país.
La competencia de este año, que partió el 5 de enero en Argentina y el fin de semana cruzó por Bolivia, inició su paso por Chile este lunes, por donde recorrerá nuevamente zonas andinas y el desierto de Atacama, hasta llegar el próximo sábado al puerto de Valparaíso, en el litoral central.

Dakar: las comunidades cuentan cómo fue la golpiza.

Corte de ruta (archivo)
Corte de ruta (archivo)













Las comunidades e integrantes del Pueblo Kolla, repudiamos el accionar violento e intencionado de las siguientes instituciones del Gobierno: policía de la provincia de Jujuy, cuerpo de infantería, fiscal de turno Carlos Farfán, por la represión ejercida el día 12 de enero del 2014 en contra de lamanifestación de las comunidades del Pueblo Kolla en territorio de la comunidad de Rumi Cruz. De la misma manera, repudiamos a los organismos del Estado como la Secretaría de Derechos Humanos y Gobiernos locales por la inoperancia, la falta de interés por el bienestar de nuestros hermanos, la desatención hacia nuestros reclamos, y el no cumplimiento del respeto de nuestros derechos como Pueblos originarios y derechos humanos en general.
El día 12 de enero de 2014, debido a la realización del evento deportivo y turístico Rally Dakar 2014, realizamos un corte de ruta en el camino que pasa por Rumi Cruz para hacer respetar los derechos colectivos y de preexistencia de los pueblos indígenas y naciones originarias, tales como el derecho a la consulta, al consentimiento previo, libre e informado. Asimismo, el Consejo Departamental de Comunidades Kollas presentó una denuncia – el día jueves 9 de enero de 2014- ante el defensor del pueblo de la provincia de Jujuy para que, ante esta grave vulneración de derechos, realice un recurso de amparo.
La policía local cortó el camino en inmediaciones de la entrada a la comunidad de Tabladitas y prohibió el paso. El argumento de la policía fue, que no iba a pasar el Dakar por allí porque había un corte de ruta y se había reprogramado el circuito. Es decir, la policía ya tenía la información sobre el desvío de camino del Rally, por lo que creemos firmemente que el Gobierno Provincial tuvo intenciones directas de reprimirnos mandando al lugar del corte a la Infantería de la Provincia de Jujuy.
Alrededor de las 8.30 hs del 12 de enero llegaron los policías de Infantería, se dirigieron hacia nosotros y no dijeron que teníamos 10 minutos para desalojar el camino, si no nos detenían a todos. Ante este hecho los hermanos y hermanas comenzaron a explicar por qué nos estábamos manifestando con esta medida. Lamentablemente, no nos escuchaban. El jefe de infantería dio la orden de detención y los policías comenzaron a agarrar de a cuatro a cada uno de los hermanos, tirándolos al piso, golpeándolos, pisándolos, les ponían las esposas y los seguían golpeando. Así comenzaron a llevar a los hermanos hacia la camioneta de la policía. Hermanas y hermanos fuimos intimidados, golpeados, maltratados. Les pedíamos por favor que soltaran y no golpearan a los hermanos, que nos íbamos a retirar, pero los policías estaban empecinados a violentarnos con palos y balas de goma.
Resaltamos que las autoridades policiales no se identificaron ni presentaron orden judicial a pesar de que se les solicito la misma, la respuesta del jefe de infantería fue que “no hace falta la orden judicial de desalojo porque tenemos orden directa del gobierno de desalojarlos por las buenas o por las malas”.
Nos hemos defendido como pudimos de las agresiones verbales, golpes, disparos y burlas de los policías hombres y mujeres que nos reprimían. Luego de detener a los hermanos y a dos hermanas, el jefe de infantería dio la orden de detener al resto cuando llegaron desde Potrero de la Puna más policías, por lo que el resto de los hermanos y hermanas comenzamos a subir los cerros.
Las hermanas y hermanos detenidos fueron: Silvana Ontiveros de la comunidad de Rumi Cruz; Delfín Quipildor, delegado de la comunidad de Rinconadillas; David Torres de la comunidad de Lagunillas de Pozuelos, Armando Quispe, Vice comunero de la comunidad Queta; Elvio Cabrera de La Quiaca; Enrique González, sacerdote; Sotero flores, comunero de la comunidad de Ugchara; Sergio Laguna, Intendente de El Aguilar, Zulma Condori y Sergio González, de radio Luna Azul y comunicador indígena.
Los hermanos detenidos fuimos trasladados en pésimas condiciones, hacinados y sin ventilación, lo cual provoco que las hermanas vomitaran y una de ellas se desmayara en el trayecto Rumi Cruz a Abra Pampa, y cuando se solicitó llevarla de urgencia al hospital, la infantería hizo caso omiso del pedido; asimismo, cuando se llegó a la seccional 16 de Abra Pampa seguimos siendo maltratados y humillados. Como así también denunciamos la violencia de género, abandono de persona al dejar a una mujer sin asistencia a tiempo.
Queremos resaltar que a pesar de todo lo gravemente sucedido, hemos logrado que el Rally Dakar no pase por nuestras comunidades, avasallando nuestra vida en comunidad, nuestra flora y fauna, nuestros sitios arqueológicos y sobre todo, poniendo en práctica y ejerciendo nuestros derechos reconocidos en la Constitución Nacional y en el convenio 169, ratificado en Argentina por la ley 24.071.
Responsabilizamos y denunciamos a los gobiernos, local, provincial y nacional por la brutal represión, persecución y judicialización de los hermanos que defendemos nuestros derechos; y a los organizadores del famoso Rally Dakar y a los empresarios que financian esta actividad, sólo con el fin de garantizar un negocio millonario y permitir que nuestras comunidades y paisajes sean una mercancía turística para unos pocos.
El Estado, de forma sistemática, sigue atropellando a los pueblos originarios, violando los derechos humanos y colectivos,negándose a entregar los títulos comunitarios de los territorios que ocupamos ancestralmente pero realizando acciones concretas dentro de los mismos, como ser los atropellos de la megaminería, la fibra óptica, el gasoducto, etc., en vez de responder a las necesidades básicas de las comunidades en salud, educación, seguridad y comunicación para las comunidades de los Pueblos Originarios.
Exigimos a la justicia que se retiren todos los cargos por los cuales los hermanos fueron imputados como también el cumplimiento por parte del Estado sobre la consulta y consentimiento de las comunidades.
Asimismo, agradecemos a las organizaciones, instituciones y sociedad que se han pronunciado a favor de la KAWSA ante esta lamentable situación.
14 de Enero de 2014. Consejo Departamental de Comunidades Cochinoca – Pueblo Kolla

El vino y cerveza, las bebidas preferidas de los argentinos

Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud, el valor por cápita argentino está por encima del promedio en la región y dobla la media mundial. Vino y cerveza, las bebidas preferidas
Al iniciarse una nueva temporada estival que, como ya es una triste costumbre, encuentra a miles de jóvenes consumiendo alcohol en grandes cantidades (ya sea en la playa, el boliche o en la previa para salir a bailar), vale recordar las últimas estadísticas oficiales sobre la ingesta abusiva de bebidas alcohólicas en nuestro país.

Se trata de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizado en el 2011 en el que se analizó el alcoholismo y su impacto en la salud en 193 países. La metodología utilizada por la OMS cuenta el consumo de personas a partir de los 15 años y los resultados nacionales son unívocamente alarmantes.

Si bien el valor por cápita de la Argentina está lejos de los obtenidos por los países que lideran el listado de alcoholismo (las ex naciones soviéticas o Rusia), su promedio de 10 litros por persona por año lo pone por encima de la media del continente (8,7 L) y casi doblando la mundial (6,3 L).


En cuanto a América Latina, la ingesta de alcohol por cabeza supera en un 40% al promedio mundial. En el continente, el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente la cerveza- tuvo un gran aumento, siendo Brasil y la Argentina los mayores exponentes.

Según el estudio, el 18,5% de las muertes en la Argentina están relacionadas con el alcohol, ya sea por accidentes de tránsito en los que el consumo excesivo tuvo un papel preponderante, o enfermedades causadas por la bebida.

El listado de la OMS coloca además al alcohol en el octavo lugar en el ranking de factores de riesgo de muerte a nivel mundial, y en tercero de mayor importancia como riesgo de enfermedad y discapacidad, tras nacer con un bajo peso y mantener relaciones sexuales sin protección.

A su vez, y siempre de acuerdo con el informe de la OMS, el 59% de los argentinos prefieren el vino a la hora de tomar, mientras que un 32% elige la cerveza y un 7% bebidas espirituosas (fernet y whisky, principalmente). Además, el consumo es el doble entre los hombres con respecto al de las mujeres.


Dando cuenta de la preocupante situación, ya un informe confeccionado por la Sedronar en base a un sondeo realizado entre noviembre y diciembre del 2010 sobre consumo de drogas,arrojaba que un millón de argentinos podían ser calificados directamente de "alcohólicos", con síntomas de necesidad de ser tratados por esa enfermedad.

Si bien la lucha contra el uso nocivo del alcohol no parece ser una prioridad en las políticas públicas, algunas novedosas iniciativas provinciales parecen estar tomando el camino correcto.



El arte y el coraje de Gelman



POR JUAN CARLOS ALGAÑARAZ






Este es el momento de evocar la enorme tarea de Juan Gelman como periodista, la profesión de toda su vida. Algunos de sus trabajos más valiosos están recopilados en tres libros que conviene buscar y atesorar. Estos dos centenares de artículos constituyen una de las más importantes aportes al periodismo en lengua española por la profunda erudición del autor al abordar una vasta galería de personajes reveladores y temas, que Gelman convoca desde los cuatro puntos del planeta, y trata con una mirada siempre original, implacablemente alejada de tópicos empobrecedores.

La vida es la gran protagonista de la tarea de Gelman. Los seres humanos, envueltos en anécdotas que descubren pasiones, miserias, logros y fracasos. Este es el centro vibrante de sus artículos, expuestos admirablemente porque  siempre aplica dos virtudes: claridad y control del idioma. Algunos ejemplos:

* "La integridad moral separa a dos grandes talentos, amigos entrañables. Pese a todas las presiones, el dramaturgo Arthur Miller se niega a dar nombres para engrosar la lista negra del anticomunismo delirante. Pero el escritor, director de cine y teatro, Elia Kazán salta la barricada de la decencia y delata a sus amigos ante el macartismo neofascista." 

* "El héroe de la Revolución Mexicana, Pancho Villa, dirige con mano maestra las históricas gestas de la División del Norte mientras controla con la misma energía a un equipo de cine norteamericano que filma la guerra y registra al general a caballo, con su sombrero tejano y el pecho cruzado por cananas, de frente y de perfil. Es la estrella de la película sin abandonar un instante el combate."





Parte esencial en la serie de artículos son las masacres del terrorismo de estado, los desaparecidos y la impunidad. Y el escándalo del tormento siempre presente, cada vez más cruel y legalizado como sucede ahora mismo en Guantánamo. Gelman proclama que “la tortura es un ejercicio preferido del poder” cuando revisa el cuento “La colonia penal” de Kafka y cita a un ejecutor que asegura: “Me rijo por el principio de que siempre la culpa es indudable”. Otros verdugos semejantes atormentaron niños, ancianos, mujeres y jóvenes en una Argentina donde los protegían  las vergonzosas  leyes de la impunidad.


Como un doloroso invitado de honor, llegan a las páginas del periodista las familias que buscan con un inmenso coraje a sus seres queridos y la infamia de los bebes robados. Gelman resume ese calvario: “Está claro que ni las Fuerzas Armadas ni el gobierno ni los jueces argentinos  muestran la menor disposición a dar cuenta de lo ocurrido o indagarlo. Es una crueldad suplementaria: al horror del terrorismo de Estado se suma el horror de ese silencio. Bajo su durísima tiniebla, el dolor vaga y busca”. Mil veces Juan Gelman aborda esta plena realidad de lo inhumano para descubrir, exponer y denunciar a los genocidas e instalarlos en la picota como previo paso al tribunal y la prisión.


Nada expresa mejor estos espantos que el poema escrito por Ana María Ponce (que Juan publica en su totalidad), prisionera en el campo de exterminio de la ESMA en 1977 junto con su hijito, “El Piri”, de tres años. Los dos desaparecieron. Ana María cuando adivinó su hora final  “se fue caminando como una reina”, según el testimonio que recogió el periodista Gelman y registro en su artículo “Reinas”.



El Holocausto, la Shoa, es otro de los grandes momentos dramáticos de este conjunto tan valioso de artículos enfocado en historias y personajes con un interés trascendental, como Primo Levi, superviviente de Auschwitz, un ser humano inolvidable por sus testimonios que han conmovido y alertado al mundo entero contra la barbarie totalitaria que siempre acecha. “Los que se lían a golpes con todo el mundo alcanzan la dignidad porque están seguros de ser derrotados”, escribió Primo Levi quien se suicidó nueve años después.



Las columnas de Gelman se despliegan en un espacio acotado que obliga condensar las historias, un desafío que el periodista convierte en su mejor arma para desarrollar los párrafos con un ritmo que atrapa al lector. Como ejemplo este adiós por la muerte de nuestro inolvidable Osvaldo Soriano:



"No puedo. Se amontonan veinticinco años de amistad en la garganta. Voy a tardar mucho tiempo en decirle adiós. Si es que alcanzo a decírselo. Voy a creer que alguno que pasa es él porque camina como él. El dolor finge distracciones para golpear de nuevo con la pérdida. El conoció esa historia, muchos fantasmas pisaron las calles de su exilio. Viven extrañamente en su escritura. Afrontó lo que era, un narrador nato que practicaba la difícil sencillez. Ahora verá el otro lado, la hora sin sombra que le mostraba el padre. Ya no habrá de molestarle el día. Por fin tiene toda la noche para seguir escribiéndonos."



Un testimonio personal. Cada día, los periodistas amasamos precipitadamente un pastel, a veces un bodrio, de celulosa y anilina que se sirve por la mañana a millones de lectores angurrientos. El olvido purifica la golosina porque sólo dura una jornada. Después sólo quedan papel viejo y tinta seca. Además, sabemos que escribir una crónica o artículo es decantar materiales y destilarlos, para forjar un relato con el gusto y a la manera de cada uno. Pero, para un hombre de la entereza moral de Juan Gelman hay un recóndito momento anterior donde elige o rechaza determinado tema. ¿Y qué determina esa preferencia? Juan alguna vez  contó que  ciertos compañeros comunistas le reprocharon a Paul Eluard que no hubiera escrito un poema sobre la guerra de Corea, y él respondió: "Yo escribo sobre esos temas solamente cuando la circunstancia exterior coincide con la circunstancia del corazón".
El corazón, la convicción, la honestidad son las la claves de los temas y del talante de Juan Gelman, periodista.